lunes, 5 de octubre de 2020

Tres discos recién aparecidos: Beethoven, Schubert, Brahms

 

Jörg Widmann y András Schiff graban las Sonatas para clarinete de Brahms

Además de uno de los más destacados compositores contemporáneos, Jörg Widmann (Múnich, 1973) es un clarinetista absolutamente excepcional. Ha sido profesor de este instrumento en la Universidad de Música entre 2001 y 2015, y desde 2017 es catedrático de composición en la Academia Barenboim-Saïd. Yo le había escuchado el maravilloso lied de Schubert Der Hirt auf dem Felsen (El pastor en la roca) y su propia Fantasía para clarinete solo en el concierto de inauguración de la Sala Pierre Boulez de Berlín (con Anna Prohaska y Barenboim) y me dejó literalmente pasmado.

Ahora el sello ECM New Series ha tenido la excelente idea de hacerle grabar las dos Sonatas de Brahms, más su Intermezzi for piano, junto a András Schiff. Más frecuentadas que las versiones para viola y piano, estas dos Op. 120 de Brahms contaban ya con unas cuantas grabaciones de alto nivel -Gervase De Peyer/Daniel Barenboim (EMI 1968), George Pieterson/Hephzibah Menuhin (Philips 1980), Karl Leister/Gerhard Oppitz (Orfeo 1984), Wenzel Fuchs/Elena Bashkirova (DVD/Blu-ray EuroArts 1996), Jon Manasse/Jon Nakamatsu (Harmonia Mundi 2008) y Pablo Barragán/Juan Pérez Floristán (IBS 2018)-, pero esta que acaba de aparecer no se queda atrás, si bien yo matizaría que me convence más -muchísimo- el clarinete, capaz de una regulación infinita del sonido y de un asombroso legato, y un poco menos el piano, que no suena del todo brahmsiano y no hace del todo justicia a la petición de “appassionato” que hace el compositor en el primer movimiento de la Sonata 1 y en el segundo de la Sonata 2. Sin embargo, el pianista húngaro está particularmente inspirado en el lento (“Andante un poco adagio”) de la Primera. Pero, es curioso, por unas u otras razones, no conozco ni una sola vesión de estas Sonatas a las que yo les pondría un diez. Tampoco en las versiones para viola.

Más Beethoven (pero este ¿para qué…?)

En su reciente grabación para DG del Primer Concierto para piano de Beethoven (con la Filarmónica de Berlín), Christian Thielemann ha logrado contagiar al siempre sólido pero insípido Rudolf Buchbinder de su amaneramiento, arbitrariedad y banalidad; ello desde el comienzo mismo del Concierto. Y el Largo es el único en los últimos sesenta años (de las cuarenta grabaciones que conozco) que baja de diez minutos: 9’30”. Completan el disco, de escasa duración, las Variaciones op. 34, en las que Buchbinder no hace olvidar a Arrau, ni mucho menos. Por cierto, estas suenan muy bien, a diferencia del Concierto, que no está a la altura esperable.

Un Cuarteto, el Arod, de ideas poco claras

Erato publica un CD con tres Cuartetos de Schubert por el Cuarteto Arod, compuesto por jóvenes componentes con notable (no sobresaliente) nivel técnico de ejecución, pero con las ideas muy poco claras. El maravilloso Cuarteto No. 14 “La muerte y la doncella”, una de las cimas de la música para esa combinación instrumental de todos los tiempos, empieza ya fatal, con unos acordes secos, chillones y sin vibración. Pensé que estaba ante un grupo de instrumentos originales, pero no, solo que quieren -supongo- quedar bien con los históricamente informados. (Por cierto: las expresiones utilizadas por esta corriente, desde sus comienzos mismos, menosprecian o desprecian a los que no son como ellos: instrumentos originales, auténticos… hasta los bien informados; los demás pueden estar informados, pero mal). Bueno, el caso es que este penúltimo Cuarteto cae en las siguientes cualidades: nerviosismo rozando el histerismo, inconsistencia, capricho, raquitismo, relamidez, ridiculez, cursilería… A qué seguir. Lo curioso es que el Quartettsatz D 703 (No. 12) no sale tan mal parado, y menos aún el Cuarteto No. 4 en Do mayor, D 46, en el que -salvo algunas sonoridades un poco horripilantes- la concepción musical es más que pasable. O sea, otro grupo (u orquesta, o solista, o director) corrompido por esas corrientes, tan auténticas ellas. Pero que serían capaces de tocar bastante bien, y hasta de interpretar, quién sabe, con sensatez.

3 comentarios:

  1. ¿Le importaría decir cuáles son sus grabaciones favoritas del Cuarteto La muerte y la doncella?. Gracias.
    Aurora.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con mucho gusto: Por orden cronológico, Cuartetos Italiano, Orlando (Philips), Hagen (DVD Medici), Tokio (RCA) y Jerusalén (Harmonia Mundi).

      Eliminar
  2. He visto el Turandot que emitió la 2 el domingo, quien lo tenga grabado que no se lo pierda.

    ResponderEliminar