lunes, 1 de mayo de 2023

Haydn: dos macroproyectos y medio

 

Dos macroproyectos Haydn

He visto que están en marcha dos ambiciosos proyectos de grabaciones de sendos ciclos de Haydn: las Sinfonías y los Tríos de piano, violín y cello. Del primero -Johannes Klumpp en Hänssler- desisto, pues está hecho siguiendo criterios historicistas, que cada vez soporto menos; en Haydn, por ejemplo, también. Tras escuchar unos cuantos movimientos de aquí y allá he decidido dejarlo: el supuesto historicismo sigue siendo refugio de muchos músicos mediocres. En este caso bien poco tiene que decir: sonidos raquíticos, gatunos o gallináceos y escasas musicalidad e ideas.

El segundo proyecto, en cambio, me está pareciendo estupendo. Es para el sello Chandos y lo protagoniza el Trío Gaspard. Fundado en 2010 e integrado por Nicholas Rimmer (piano), Jonian Ilias Kadesha (violín) y Vashti Hunter (cello), ya les había escuchado una espléndida interpretación, grabada en público el año 2020 en la Sala Boulez de Berlín, del maravilloso Segundo Trío (D 929) de Schubert. El primer volumen de Haydn, de 2022, me ha encantado, y más aún el segundo, recién editado: ni rastro de rutina; todo lo contrario, se empeñan en dotar a cada obra de sus características individuales, extrayendo de las partituras bastante más de lo habitual. Seguiré la serie con gran interés. Me da la impresión de que pueden ser los herederos del Beaux Arts Trio. En Haydn, diré, por lo que llevo escuchado, que me están gustando más que los de ese conocido grupo, que los grabasen para Philips en los años 70 del siglo XX. Y las tomas de sonido -como es casi siempre en Chandos- son excelentes.  

Creo que los 41 Tríos de Haydn (o 45 según Robbins Landon; los números 33-41 de Hoboken son primerizos, de los años 50 del siglo XVIII) están infravalorados y son mucho menos conocidos de lo que merecen (¡vamos: nada nuevo tratándose de Haydn!). Me ha satisfecho mucho leer la opinión del gran musicólogo Marc Vignal, que considera que se tocan relativamente poco a causa sólo del papel casi siempre secundario del violonchelo. “Los Tríos son al Haydn compositor para piano, lo que los Conciertos a Mozart. Ofrecen no solo su música pianística más avanzada, sino también, en gran medida, sus confidencias más íntimas y algunas de sus concepciones formales y tonales más audaces e insólitas”… “No ceden en importancia [en la música de cámara] más que a los cuartetos de cuerda, y en plano musical, alcanzan muy a menudo las mismas alturas”.

 

Y comienzo de otro ciclo sinfónico “londinense”

Al margen de estos proyectos masivos, surge otro no tan ambicioso, pero cuyo primer jalón me ha satisfecho ampliamente. Se trata del primer volumen de las 12 Sinfonías “de Londres” que ha emprendido el sello RCA de la mano de Paavo Järvi y la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen. Al director estonio, que ya tiene 60 años, hijo como se sabe del discográficamente hiperprolífico Neeme (n. 1937), le había escuchado bastantes cosas, algunas bastante buenas, pero tal vez ninguna que me entusiasmase. Pues bien, estas dos Sinfonías que acaban de salir a la venta, la 101 “El reloj” y la 103 “Redoble de timbales”*, es posible que sea lo que más me ha gustado de todo lo que le conocía.

Llegando casi al entusiasmo, pero debido no a que sean lo mejor de lo mejor, sino al alivio de comprobar que nada -o casi- deben al historicismo, hasta el punto de que estas interpretaciones casi podrían ser debidas a Marriner o incluso a Solti. La orquesta, estupenda, no es tan grande como la London Philharmonic de ese último, pero el concepto es bastante similar: viveza, alegría, frescura, aparente espontaneidad y cierto nerviosismo (los Andantes de ambas los hubiera preferido algo menos inquietos), siempre con un análisis instrumental y polifónico de extrema transparencia. Paavo Järvi no se obsesiona con la supresión del vibrato, pero lo administra con parquedad. Aunque los ciclos londinenses de Colin Davis/Concertgebouw y Solti/LPO siguen pareciéndome formidables, este los supera un poco en lo que respecta a su toma de sonido,que me parece ejemplar.

*Ojo: a veces se produce una confusión entre la 103 y la 94, “Sorpresa”, como a veces ocurre (en Radio Clásica, sin ir más lejos), debido seguramente a que los alemanes suelen denominar a esa última no “Überraschung” (sorpresa), sino “mit dem Paukenschlag”, o sea, “con el timbalazo”.

3 comentarios:

  1. Si no estoy equivocado, el proyecto de la grabación de las sinfonías de Haydn que comentas con Johannes Klump en realidad es una continuación, porque lo inició en su momento Thomas Fey, un director fallecido hace unos años. No he escuchado todo el Haydn de Fey y, conociendo tus gustos, no creo tampoco que te vaya a entusiasmar; es un Haydn especialmente rústico, con algunas elecciones de tempo discutibles pero con pero con algunos detalles interesantes, (muy bueno, por ejemplo, el Trío del Minueto de la número 88, con el roncón de los fagotes tan marcado). Y por otra parte, no he escuchado ninguno de los discos de Klump, pero a juzgar por lo que he leído Fey resultaba más convincente.
    Y me ha entrado curiosidad respecto al Haydn de Paavo Järvi. Teniendo en cuenta lo que hacía con las primeras sinfonías de Beethoven en su ciclo, (para mí lo más interesante de esa serie), me parecía previsible que pudiera manejarse bien con las londinenses de Haydn. Veremos…


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    1. Por lo que he leído en internet, Thomas Fey no ha muerto. Por los movimientos de sinfonías de Haydn que le acabo de escuchar (entre ellos la 88) me parece que no es gran cosa, pero que, en todo caso, Klumpp no se le parece mucho, aunque se asegure que Fey también está "históricamente informado" (se ve que los grandes intérpretes haydnianos, de Klemperer, Reiner y Böhm a Colin Davis o Marriner no sabían nada de historia de la música...), no es tan radical como Klumpp.

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  2. Ayer cuando llegue a las ocho y poco del cine sintonice radio clásica. Sonaba una novena de beethoven que no me estaba gustando nada, era Herrewege, que mania histórica histérica.

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