Opiniones de aquí y allá sobre música clásica, muchas veces a contracorriente, para que conozcan lo que opino algunos más que los amigos con los que me comunico directamente.
martes, 26 de agosto de 2014
Las últimas Sinfonías de Haydn grabadas por Colin Davis, para LSO Live
Quince meses después de la muerte de Sir Colin Davis, el sello LSO Live ha publicado en un doble CD las cinco Sinfonías de Haydn grabadas en 2010 (la 97) y 2011 (la 92 “Oxford”, la 93, la 98 y la 99) por el más grande intérprete haydniano del último cuarto de siglo. Saben a poco, pues tiene toda la pinta de que iban a ser registradas más Sinfonías, pero en todo caso son motivo de gran disfrute para sus amiradores.
La “Oxford” es la que más me ha gustado en esta nueva publicación: rebosa elegancia, espontaneidad y humor, hasta el punto de que le pondría un 10, compartido en mi lista personal con Klemperer/New Philharmonia (EMI 1972) y Böhm/Filarmónica de Viena (D.G. 1975). (La anterior grabación de Davis, de 1983 y con la Concertgebouw, merecía para mí ya un 9,5).
La 93 destaca por un Largo cantabile maravilloso, con un momento de extraordinaria gracia al final, cuando el fagot contesta inesperadamente y con sorna. Aunque la versión es siempre excelente, para mi gusto se halla un poco empañada por un timbal que emborrona algo la sonoridad general en cada uno de sus innumerables golpes (no sé hasta qué punto es culpa del director o de la toma de sonido). A la anterior grabación (1982, siempre con la referida Orquesta de Amsterdam) le había puesto un 8,5.
Una calificación de 9 comparten tanto la versión de la 97 de 1981 como la de tres décadas después (particularmente feliz el trío del minueto). Situación que se repite en las dos que restan: otro 9 para la 98 de 1980 y para la de ahora (con un Allegro inicial quizá un pelín moroso, y un finale sensacional), y un 9,5 tanto para la 99 de 1976 como la de 2011. En esta última, con un Minueto sensiblemente más rápido que antes (es lo que ahora se lleva), el timbal vuelve a emborronar un poco. Como se ve, Davis parece reincidir en acertar sobre todo en las mismas Sinfonías: la 92 y la 99.
La Sinfónica de Londres es la siempre admirada Orquesta todoterreno que nunca defrauda; ahora bien, hilando muy fino, creo que suelo quedarme con la Concertgebouw de sus anteriores grabaciones, que posee una cuerda aún más fina y varios solistas de la madera aún más depurados. Lo fastidioso del caso es que las tomas anteriores (de entre 1976 y 1983, como he dicho), incluso las analógicas, son algo más transparentes. Y es que, una vez más, LSO Live no ha logrado dar de lleno en el clavo cuando graba en el Barbican londinense, sede de su Orquesta: sus tomas de sonido oscilan entre lo fallido y lo notable, pero muy rara vez merecen un sobresaliente. Es la asignatura pendiente de este sello que tantas interpretaciones destacadas ha puesto al servicio de los melómanos.
En cualquier caso, los devotos de Haydn seguimos teniendo en el ciclo Philips de Colin Davis y la Concertgebouw un referente ineludible, que comparte el podio más alto con el de Solti y la Filarmónica de Londres para Decca.
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Hola Angel,aunque este post ya lleva más de un año, yo lo he visto hace sólo unos días, y como además hace sólo unos meses que adquirí estos discos, aprovecho ahora para compartir mis impresiones contigo. La verdad es que como Haydn es uno de mis compositores favoritos (sino el que más, al menos creo que el que más horas de placer musical me ha proporcionado, en dura pugna con Bruckner, Beethoven, Moz,art , Sibelius y Rimsky Korsakov (sí, soy el fanático de Rimsky, ja,ja), tengo numerosas integrales de las sinfonias londinenses (Davis con RCO, Solti, Szell, Bernstein, Beecham, Harnoncourt, Dorati. y lo que dejó Klemperer, Bernstein en DG, etc… Pues bien, quizás estas versiones del último Davis son las que más me han satisfecho y conmovido… Comparándolo con él mismo con la Concertgebouw, encuentro que, por ejemplo, los movimientos lentos son mucho más expresivos (con la RCO los encuentro un tanto apresurados y fraseados un poco asépticamente)… quizás destacaría de sus versiones con la LSO la plasticidad del fraseo, nada “metronómico”, muy libre, y muy expresivo, silencios, “rubatos”, … no he escuchado nada igual por ejemplo en Solti o en Klemperer, por citar versiones de las más reputadas… En fin, cuestión de gustos, como siempre, pero estás versiones se han convertido en mis favoritas, lástima que no grabara las 12…
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