jueves, 31 de diciembre de 2015

Una ópera sin suerte en DVD: "Idomeneo"




Me decepciona la versión de Nagano (Blu-ray de EuroArts)

Idomeneo me gusta mucho, incluso más que la mucho más tardía y generalmente más considerada Clemenza di Tito. Pese a que quizá es demasiado larga y a que presenta ciertos altibajos, creo que atesora algunos de los mejores momentos de todo el Mozart operístico, y, pese a que la hechura de La clemenza es más madura y perfecta (es diez años posterior: 1791 frente a 1781), la encuentro un poco de cartón piedra, y mucho menos auténtica y sincera que aquélla: como hecha de encargo y sin ganas, y no creyendo un pimiento en su argumento, mientras que el de Idomeneo sí que es evidente que le motivó y despertó su inspiración.  

Pues bien, me interesaba tener una grabación en vídeo y hasta ahora, tras haber picado un poco hace tiempo en la de Levine (DG), la descarté: Pavarotti estaba fuera de lugar y de estilo, y Levine también, aunque quizá no tanto; además, se veía y oía no muy bien. Hay otro DVD (Decca) que no he llegado ni a probar, pues no me fío un pelo de Roger Norrington, responsable de la Sinfonía 39 más grotesca de la historia del disco. Pero como es un director tan desconcertante, a lo mejor resulta que no está mal, quién sabe... Tal vez algún lector pueda orientarme.   

Me he atrevido a comprarme la que dirige Kent Nagano, que no es de ahora mismo, sino publicada (por EuroArts) en 2008, el mismo año en que fue filmada en el pequeño y precioso Teatro Cuvilliés de Múnich, la ciudad del estreno. Pero me ha decepcionado bastante. Aunque el estadounidense de origen japonés suele ser muy fiable, no lo es aquí. Con una orquesta (como el coro, los de la Ópera Estatal de Baviera, estupendos) muy reducida, lo que me parece inconveniente, no es que caiga en los presupuestos de los directores asiduos de los instrumentos de época en lo que se refiere al sonido, a la articulación, ausencia de vibrato, etc., pero sí los sigue en cuanto a raquitismo sonoro y a velocidades a menudo excesivas. Aun así, no carece de buenos momentos, pero el conjunto me parece endeble. Lejísimos, por tanto, de los Böhm o los Schmidt-Isserstedt en sus grabaciones de audio, que sí hacen plena justicia a la partitura. La escena de Dieter Dorn, aunque no siempre la entiendo, sí me parece interesante y acertada, además de bella plásticamente.

Pero el elenco vocal es algo flojo y, además, un poco incoherente: el protagonista, que es quizá el tenor menos lírico, más spinto de Mozart, recae sobre el muy lírico John Mark Ainsley, que es un buen cantante y un intérprete creíble, pero que posee una voz de muy escasa entidad y nula belleza tímbrica. Mucho más agradable es la voz, también lírica como debe ser la de Idamante, de Pavol Breslik, pero las dificultades de su parte (en particular las agilidades) rebasan las posibilidades técnicas del aún joven y hasta hace algún tiempo muy prometedor tenor de Bratislava, que pasa en algunos momentos por serios apuros. Quizá las intérpretes de Ilia (Juliane Banse) y Elettra (Annette Dasch) habrían rendido mejor de haber intercambiado sus papeles. En esos años la Banse ya poseía una voz bastante ancha, mientras que Ilia se ha encomendado siempre a una lírica-lírica (Mathis, Rothenberger, Hendricks, Popp, Cotrubas...). Elettra, en cambio, parece pedir una dramática de o al menos con agilidad (Varady, Edda Moser, Behrens...) y la Dasch era entonces una lírica sin más. Ahora bien, una y otra están correctas, aunque en mi opinión un poco fuera de sus sitios. Aceptables, no más, los tres restantes papeles, muy breves. La versión, eso sí, suena y se ve estupendamente, y posee (¡incluso!) subtítulos en castellano.

jueves, 24 de diciembre de 2015

"Tannhäuser" por Barenboim en DVD/Blu-ray



Disponía ya en mi videoteca musical de cuatro versiones de Tannhäuser, ninguna de las cuales me satisfacía de veras. Son éstas: 

-DG 1983: Cassily, Marton, Troyanos, Weikl, Macurdy/Met/Levine/Schenk
-Arthaus 1995: Kollo, Secunde, W.Meier, Weikl, Rootering/ÓperaBaviera/Mehta/Alden
-EMI 2003: Seiffert, Kringelborn, Kabatu, Trekel, Muff/ÓperaZúrich/Welser-Möst/J.D.Herzog
-Arthaus 2008: Gambill, Nylund, W.Meier, Trekel, Milling/OSinfAlemanaBerlín/P.Jordan/ Lehnhoff (Blu-ray)

Todas ellas adolecen de elementos bastante mejorables, por decirlo finamente. La de 1983, casi todo; la de 1995, el vetusto Kollo, la algo agria Secunde y la pseudomoderna y trasnochada escena; y la de 2008 un Gambill muy insuficiente. 

La que ahora publica BelAir (Blu-ray de extraordinaria calidad de imagen y sonido: ¡benditos Estudios Teldex de Berlín!) es, a distancia, la más satisfactoria. Ahora bien, advierto antes de nada: es posible que a muchos melómanos les tire para atrás la escena, con multitud de episodios danzados. La directora escénica es la reconocida coreógrafa Sasha Waltz (Karlsruhe 1963; estaba predestinada: su apellido significa "vals"), que ya había escenificado, por ejemplo, Dido y Eneas de Purcell (Berlín, 2005), Romeo y Julieta de Berlioz (París, 2007), Medea de Pascal Dusapin (Luxemburgo, 2007) y Jagden und Formen de Wolfgang Rihm, (Frankfurt, 2008). Disto de ser un experto en coreografías, pero sí puedo decir dos cosas: primera, que salvo en algunos pasajes en los que creo que sobra o estorba el baile, me ha parecido acertado que lo haya y cómo es (sobre todo en la Entrada de los invitados y toda la escena del Concurso de canto). Y segunda: que la problemática escena del Venusberg es la primera vez que no me parece bochornosa o ridícula. Además, Waltz demuestra ser mucho más que una coreógrafa: creo que es también una muy lúcida directora de escena; la escenografía y la iluminación, como la dirección de actores, me han gustado mucho. 

En el lado musical, esta versión -que sigue la de París-, filmada en el Teatro Schiller de Berlín en abril de 2014, da sopas con honda a las cuatro anteriores. Por lo pronto, la dirección de Barenboim está a años luz de las demás (pese al empuje y al talento de Mehta y Jordan hijo), lo que a nadie sorprenderá (bueno, sí, a los -cada vez menos- irreductibles). La clarividencia wagneriana es absoluta, y el fuego y el entusiasmo que surgen de la batuta galvanizan a todos los intérpretes. Espléndido el coro y sensacional la orquesta. 

A cargo del endemoniado papel de Tannhäuser está un Peter Seiffert algo mayor, lo que se le nota en las notas altas prolongadas, en las que asoma el casi inevitable trémolo de quien tiene 60 años cumplidos y ha cantado incluso Tristán. Pero las virtudes del tenor que ha sido esposo de dos sopranos (primero Lucia Popp y ahora Petra Maria Schnitzer) son muy potentes, pues es un gran cantante, extremadamente musical, y un gran intérprete, muy creíble en su personaje (físico aparte: ¿cómo Venus queda prendada de un señor tan corpulento?). No está, lógicamente, tan pletórico y restallante como en su grabación de audio, con el mismo director (Teldec 2001: han pasado trece años), o como en Zúrich dos años después, pero me resulta preferible a cualquiera de los otros tannhäuseres escuchados en las últimas dos décadas. 

No conocía a la soprano danesa Ann Petersen, pero ha sido para mí un agradable encuentro: es una lírica ancha muy centrada en Wagner y en particular en el papel de Elisabeth, que evidentemente conoce a fondo y domina sin problemas vocales. El timbre es más bello y cálido que espectacular, y su encarnación de la sufrida y valiente enamorada del protagonista es muy intensa, soñadora y ardiente, desterrando toda traza del sentimentalismo o la dulzonería en los que caen algunas de sus colegas. Me encantaría escucharla en otros papeles. 

Los tres siguientes personajes de este reparto son simplemente sensacionales: la mezzosoprano Marina Prudenskaya, de hermosísimo color lírico, pero de volumen nada desdeñable, es una Venus particularmente voluptuosa, maravillosamente cantada. Queda, para mi gusto, muy cerca de la sensacional Waltraud Meier. El barítono-bajo sueco Peter Mattei es, por este Wolfram o por su Don Giovanni, uno de los mejores cantantes de nuestros días. Dotado de una voz muy bella y de una técnica asombrosa -qué emisión, que legato- es para mí el mejor Wolfram que he escuchado desde Fischer-Dieskau (Weikl, Andreas Schmidt, Hampson y Trekel incluidos). Y René Pape vuelve a repetir, sin el menor desgaste vocal, su incomparable proeza de la grabación audio con Barenboim: es, de lejos, el Margrave más convincente que he escuchado, tanto por el canto como por la interpretación. A destacar dos breves papeles que me han llamado la atención: el más que impecable (¡milagro!) Pastorcillo de la portuguesa Sónia Grané y el Walther de un tenor lírico de libro: Peter Sonn. Me imagino que ella puede ser una extraordinaria Pamina y él un estupendo Tamino. 

Una deficiencia de esta publicación: ¿sabe usted alemán, inglés o francés?... Pues ya puede ir aprendiendo, porque con esto de tantas descargas ilegales cada vez menos óperas se publican con subtítulos en español.

martes, 22 de diciembre de 2015

DISCOGRAFÍA DE LAS SINFONÍAS DE SCHUMANN

Interpretación/Sonido



Sinfonía No. 1 "Primavera"
1960 Sony       Szell/OCleveland                    8,5/7
1964 DG         Kubelik/OFilBerlín                 8/7
1966 EMI        Klemperer/ONewPhilharm.    10/7,5
1972 DG         Karajan/OFilBerlín                  8,5/7,5
1973 EMI        Sawallisch/StaatskDresden      8/5
1977 DG         Barenboim/OSinfChicago       9,5/8
1979 EMI        Muti/OPhilharmonia               7,5/7
1979 Sony       Kubelik/OSinfRadioBávara    8,5/8
1985 Philips    Haitink/OConcertgebouw       8,5/8,5
1985 DG         Bernstein/OFilViena               7,5/8
1990 Decca     Chailly/OConcertgebouw        9/9,5
1994 Philips    Muti/OFilViena                       8/8,5
1995 DG         Sinopoli/StaatskDresden         8,5/9
2003 Teldec    Barenboim/StaatskBerlin        9,5/10
2010 Orfeo     Luisi/OSinfViena                    8/9
2013 BerlinerP  Rattle/OFilBerlín                 7/9

Sinfonía No. 2
1960 Sony       Szell/OCleveland                    9/7
1964 DG         Kubelik/OFilBerlín                 7,5/7
1969 EMI        Klemperer/ONewPhilharm.    8/8
1972 DG         Karajan/OFilBerlín                  8/7,5
1973 EMI        Sawallisch/StaatskDresden      7,5/5
1977 DG         Barenboim/OSinfChicago       9,5/8
1979 EMI        Muti/OPhilharmonia               8/7
1979 Sony       Kubelik/OSinfRadioBávara    8/8
1984 DG         Sinopoli/OFilViena                 8,5/8,5
1985 Philips    Haitink/OConcertgebouw       8/8,5
1985 DG         Bernstein/OFilViena               8,5/8
1995 DG         Sinopoli/StaatskDresden         9/9
2003 Teldec    Barenboim/StaatskBerlin        9/10
2010 Orfeo     Luisi/OSinfViena                    8/9
2010 Tritó       Noseda/OdeCadaqués             6/7
2013 DG         Abbado/OMozart                    7/9
2013 BerlinerP  Rattle/OFilBerlín                     6/9

Sinfonía No. 3 "Renana"
1960 Sony       Szell/OCleveland                    8/7
1964 DG         Kubelik/OFilBerlín                 8/7
1968 Decca     Solti/OFilViena                        8/7,5
1970 EMI        Klemperer/ONewPhilharm.     9,5/8,5
1972 DG         Karajan/OFilBerlín                  9/7,5
1973 EMI        Sawallisch/StaatskDresden      8,5/5
1977 DG         Barenboim/OSinfChicago       9/8
1979 EMI        Muti/OPhilharmonia               7,5/7
1979 Sony       Kubelik/OSinfRadioBávara    8,5/8
1985 Philips    Haitink/OConcertgebouw       9/8,5
1985 DG         Bernstein/OFilViena               8/8
1988 EMI        Celibidache/OFilMúnich         10/8
1994 Teldec    Harnoncourt/OCámEuropa     5/8
1995 DG         Sinopoli/StaatskDresden         8/9
*1998 Arthaus  Sinopoli/StaatskDresden         8/9
2003 Teldec    Barenboim/StaatskBerlin        9,5/10
*2006 Arthaus  Nagano/OSinfAlemanaBerlín 7,5/9,5
2010 Orfeo     Luisi/OSinfViena                    9/9
2013 BerlinerP  Rattle/OFilBerlín                  7/9      

Sinfonía No. 4
1953 DG         Furtwängler/OFilBerlín           10/6
1955 EMI        Cantelli/OPhilharmonia           7/6
1960 Sony       Szell/OCleveland                    7/7
1961 EMI        Klemperer/OPhilharmonia      9,5/8
1964 DG         Kubelik/OFilBerlín                 7,5/7
1968 Decca     Solti/OFilViena                       7/7,5
1972 DG         Karajan/OFilBerlín                  8/7,5
1973 EMI        Sawallisch/StaatskDresden      7,5/5
1977 DG         Barenboim/OSinfChicago       8/8,5
1977 EMI        Muti/ONewPhilharmonia        8/7,5
1979 Sony       Kubelik/OSinfRadioBávara    8/8
1980? DG       Böhm/OFilViena                     9,5/8,5
1985 Philips    Haitink/OConcertgebouw       7/8,5
1985 DG         Bernstein/OFilViena               9/8
1986 EMI        Celibidache/OFilMúnich         8/8
1990 Decca     Chailly/OConcertgebouw        8/9,5
1990 DG         Karajan/OFilViena                  9,5/9
1994 Philips    Muti/OFilViena                       9,5/8,5
1994 Teldec    Harnoncourt/OCámEuropa** 4/8
1995 DG         Sinopoli/StaatskDresden         7/9
2003 Teldec    Barenboim/StaatskBerlin        10/10
2010 Orfeo     Luisi/OSinfViena                    7/9
2013 BerlinerP  Rattle/OFilBerlín**                4/9

*grabación en vídeo
**versión original

martes, 15 de diciembre de 2015

Los Quintetos de Granados y Turina por Perianes y el Cuarteto Quiroga





Sorprende que, con la crónica escasez de música de cámara española que hemos padecido, hayan estado marginadas, olvidadas, dos partituras tan destacadas en este género como las dos principales de este disco. Hay que agradecer efusivamente a Harmonia Mundi que haya publicado este disco (HMC 902226), grabado con extraordinario acierto, y perfecto equilibrio entre el piano y el cuarteto de cuerda, en, una vez más, los Estudios Teldex berlineses.

El Quinteto para piano y cuerda en Sol menor, op. 49 de Enrique Granados, data de 1894. Es una concisa partitura (dura unos 16') en tres movimientos en la que apenas hallaríamos referencias hispanas; suena más a Fauré, a Saint-Saëns o a otro compositor de esos años, francés desde luego. Pero también podrían hallarse en él ecos de Grieg, quizá el compositor con el que Granados, por su expresión, tiene, en conjunto, más puntos de contacto. Más, creo yo, que con Chopin, al que más frecuentemente se le asocia. Es una obra melódicamente hermosa, fluida y admirablemente bien escrita; anuncia, sin duda, al que pronto se confirmaría como gran compositor.

El Quinteto de Joaquín Turina también está en Sol menor y, tras su escucha, uno se queda pasmado al comprobar que lleva el 1 como número de opus. Data, en efecto, de 1907, cuando el compositor sevillano contaba 25 años y se hallaba en París estudiando en la Schola Cantorum. Hay, sí, en este Quinteto algo o bastante la escuela de César Franck, pero llama poderosamente la atención la ambición de la partitura, en cuatro movimientos, una disposición inusual (comienza con una Fuga lenta, sigue un movimiento rápido, un scherzo precedido de una introducción lenta y concluye con otro indicado, de manera parecida, Lentement - Assez vif) y, sobre todo, la solidez estructural no reñida con una considerable originalidad, y cómo Turina cuela discretamente guiños andalucistas, nada evidentes ni literales, en los dos últimos movimientos. En efecto, la obra parece poner de manifiesto su dilema interior entre los férreos preceptos recibidos de la Schola y los consejos de Albéniz, que le animaba a ser más espontáneo, más libre... y nacionalista. En todo caso, me parece claro que se trata de una obra excelente incomprensiblemente olvidada, que dura más de 31'.
El disco -no muy generoso: 51'20"- se completa con la preciosa pieza Calíope, para la misma combinación instrumental, perteneciente a la admirable colección titulada Las musas de Andalucía, op. 93, de instrumentación muy variada y de plena madurez (1942), seguramente una de las cimas de su extenso catálogo, en la que se aprecian, estupendamente integradas, huellas de la Schola, de Albéniz y del Impresionismo francés.

El Cuarteto Quiroga, el más pujante grupo camerístico español de los últimos años, y Javier Perianes, en estrecho entendimiento, ofrecen unas interpretaciones sencillamente pasmosas por su belleza sonora, su impecable empaste, su hondo entendimiento de las obras. Hasta tal punto que tiene uno la impresión de que existiera una gran jurisprudencia interpretativa sobre ellas (que no hay) y que llevasen años y años tocándolas juntos y profundizando en ellas. Servir unas músicas casi ignotas con tal clarividencia es algo a lo que, por desgracia, no asistimos con frecuencia.

domingo, 13 de diciembre de 2015

"Tosca" de Magee, Kaufmann, Hampson, Carignani y Carsen en Blu-ray





Con motivo de su reciente lanzamiento en Blu-ray de esta versión filmada por Decca el año 2009 en la Ópera de Zúrich, he vuelto a verla y escucharla. No me duelen prendas en admitir que ahora me ha gustado bastante más que cuando la escuché en DVD en su día. De entrada, debo decir claramente que la intérprete del papel titular, Emily Magee, me parece muy superior a Angela Gheorghiu en la versión que recomendé en este blog como la más lograda en conjunto (con Kaufmann, Terfel y Pappano, Blu-ray EMI de 2012). Magee me resulta bastante más creíble y sincera -musical y actoralmente-, además de poseer una voz más adecuada, bastante más carnosa y dramática. ¡Hay que ver cómo, con qué inteligencia, ha ido evolucionando esta soprano neoyorkina (nuera, por cierto, de Luana DeVol) desde que en 1997 grabase la Elsa del Lohengrin con Barenboim!: entonces era una lírica un poco ancha, y ahora es una dramática que, creo, podría cantar sin problema Isolda. Y en este proceso no ha perdido belleza o brillo, ni firmeza en el registro agudo, que, por descontado, es ahora más poderoso. Así se aprecia en esta Tosca y, más reciente aún, en la Rusalka que he comentado hace poco (junto a la Fleming). La considero una de las mejores cantantes de la actualidad, y es una pena que no se meta de lleno en Verdi, de cuyos papeles dramáticos (tal vez no de los dramáticos de agilidad) creo que podría ser una gran intérprete.

Jonas Kaufmann será, de seguro, el mejor Mario de nuestros días, y me resultan admirables su musicalidad y su talento interpretativo. Pero no me suena muy italiano, la verdad (lo que son, en su modo más elogiable, dos españoles: Domingo y Carreras -con C.Davis-), si bien su refinado canto, sus medias voces, su legato casi liederístico, no me parecen fuera de lugar como opinan algunos. Porque quizá estamos demasiado acostumbrados a los latinos que deslumbran por su timbre pero no matizan mucho que digamos (Del Monaco, Di Stefano, Corelli, Pavarotti, Alagna...)

Comprendo que el interesantísimo personaje que es Scarpia haya tentado a Thomas Hampson, pero es evidente que su voz de barítono lírico (sí, de color lírico, pese a su considerable volumen y espléndida proyección: hay que escucharlo en directo para darse cuenta de cuánto) no es la ideal para un papel de barítono-bajo. Aun así, recordemos que uno de los más reconocidos Scarpias, Tito Gobbi, era también un barítono lírico. Aparte de la voz, la interpretación de Hampson no me convence todo el tiempo, sino que le encuentro altibajos; ahora bien, su clase de gran cantante y de artista de alto nivel me parecen indiscutibles.

El no muy conocido Paolo Carignani lleva a cabo con la batuta un espléndido trabajo, sobre todo por la sorprendente clarificación de la compleja escritura orquestal pucciniana, en la que escuchamos multitud de texturas nuevas. Encuentro que esto es lo más meritorio de su labor, porque a veces se echa de menos un poco más de pulso dramático. Y tanto el coro como la orquesta, que no son del otro mundo, le rinden mejor que de ordinario (mucho mejor que al habitual en ese foso Welser-Möst).

Finalmente, la escena de Robert Carsen es, como de era de esperar, muy interesante, pero también controvertida. Apartándose de la tradición figurativa y con una gran economía de medios escenográficos, no cae en extravagancias, pero propone alguna cosa poco comprensible, como el ultimísimo plano del Acto I (que prefiero no revelar a quienes no lo hayan visto). Muchos detalles sí me parecen muy acertados y bien traídos (por ejemplo, cuando Scarpia aplaude irónicamente tras escuchar a Tosca preguntarle retóricamente a Dios por qué se porta tan mal con ella, ¡con lo buena que siempre ha sido!). Puntos fuertes son también, sin duda, la actuación escénica de los personajes y la iluminación. Y del Blu-ray, la perfección técnica de imagen y sonido, así como el hecho de que tenga subtítulos en español.

viernes, 11 de diciembre de 2015

El ciclo sinfónico Schumann de Rattle: un buen chasco




Grabado y editado por el sello de la propia Filarmónica de Berlín en 2013, este ciclo no va a figurar, de ningún modo, entre los grandes de la discografía. En líneas generales, es apresurado, blandito, tirando a ñoño, juguetón, rozando a veces la frivolidad, inconsistente y carente casi por completo de tensión. El lirismo schumanniano (Rattle solo ofrece atisbos), que debe ser hondo, sincero y conmovedor, es aquí siempre tímido, pequeñito, alicorto. La Primera "Primavera" y la Tercera "Renana" me han parecido las más salvables, si bien se hallan lejos de entusiasmarme. Un detalle: el enlace entre la introducción Andante un poco maestoso y el Allegro molto vivace de la Primera está abiertamente mal resuelto, tan emborronado y confuso que no puedo comprender cómo no han repetido la toma. La "Renana" carece por completo de fuego, de entusiasmo, de grandiosidad en el Feierlich ("solemne"). La Segunda sigue postulados similares, pero cae de lleno en lo melifluo y empalagoso en el sublime Adagio espressivo, después de haber realizado al final del scherzo un accelerando tan bien trazado como desprovisto por completo de tensión. Y la Cuarta, para la que Rattle ha escogido la muy -¡muy!- inferior versión original, es flojísima: apática, abúlica, sin pulso, y su finale cae de lleno en lo pimpante y amanerado. Mis calificaciones serían: 1ª: 7. 2ª: 6. 3ª: 7. 4ª: 4. No más. La toma de sonido no me ha seducido especialmente.
Como ciclos, me parecen sólidos los dos de Kubelik (Berlín, DG, y Radio Bávara, Sony), Karajan, Barenboim (Chicago, DG, y sobre todo, Staatskapelle Berlin, Warner: el más equilibrado). El de Klemperer es extraordinario en la 1ª, la y la , pero no así en la ; el de Haitink destaca por la , el de Bernstein/Viena es algo variable incluso dentro de una misma sinfonía, pero es de conocimiento obligado, y los de Muti/Philharmonia y Sinopoli/Dresde son algo decepcionantes. Del ciclo de Szell interesa la , y del de Luisi/Sinfónica de Viena (Orfeo), la . Como versiones aisladas obligatorias: la "Renana" de Celibidache en EMI, y las Cuartas de Furtwängler/Berlín, Böhm/Viena y Karajan/Viena (DG las tres).
Es una lástima que Rattle se empeñe en grabar música que no le va o no le gusta (ambas circunstancias se dan aquí, para mí), mientras se va a ir de la Filarmónica de Berlín sin haber registrado más música del siglo XX, el ámbito en el que, sin duda, da lo mejor de sí.  

miércoles, 9 de diciembre de 2015

El blu-ray de “Lucrezia Borgia” con Renée Fleming

 

No me parece Lucrezia Borgia una de las mejores óperas de Donizetti, un compositor especialmente variable. ¿Será verdad que varios de sus títulos más flojos -entre los que quizá tampoco se halle éste- son en buena parte de su taller...? En cualquier caso, esta y otras óperas donizettianas sobreviven gracias al lucimiento que permite a sus intérpretes. Habiéndolo visto a buen precio, me he animado por fin (antes había dudado más de una vez) a hacerme con el blu-ray del sello EuroArts protagonizado por René Fleming, Michael Fabiano, Elizabeth DeShong y Vitalij Kowaljow en la Ópera de San Francisco (2012), con dirección musical de Riccardo Frizza y escénica de John Pascoe.

Disco de espléndida calidad técnica -tanto imagen como sonido- pero sin subtítulos en castellano. No es para correr a comprárselo, pero tampoco está mal. La soprano norteamericana está aquí muy bien de voz y luce una técnica de primer orden; yo le achacaría solo cierto rebuscamiento en algunos momentos, sobre todo en el aria de entrada, en la que se entrega un tanto a reguladores de gusto dudoso (lejos, de todos modos, de la insufrible Edita Gruberova, con la que el gusto no me parece dudoso, sino -para mí- intolerable). Fleming está también admirablemente dotada para el bel canto de los Rossini, Bellini y Donizetti, pero no siempre su gusto me parece el más impecable. En cualquier caso, mejor quitarse de la cabeza la casi sobrenatural recreación de la Caballé en la ópera que la lanzó de la noche a la mañana al estrellato internacional (tanto la grabación pirata de su debut neoyorkino como la grabación que hizo poco después para RCA junto a Kraus, Verrett y Flagello, con dirección de Perlea).

Los tres principales cantantes que rodean a Fleming son muy inferiores a los que disfrutó la soprano barcelonesa en RCA: el tenor Michael Fabiano (Gennaro) es un lírico de bonita voz y buenas intenciones musicales que técnicamente está un poco verde (mucho me temo que pueda ser otra de las innumerables promesas que no se sustancian más que unos pocos años). La mezzo Elizabeth DeShong (Maffio Orsini) es en extremo lírica y su caudal parece mínimo; el timbre es agradable y tampoco canta mal, pero... el recuerdo de la Verrett no le hace el menor favor. Y Kowaljow posee una hermosa voz de bajo-barítono, pero me temo que no es el belcantista el terreno en el que mejor pueda desenvolverse (mucho mejor rinde en Wagner); también Ezio Flagello le da aquí sopas con honda. Bien tanto el coro como la orquesta en un cometido en el que Frizza se desenvuelve con indudable competencia; tampoco parece que se pueda hacer mucho más. La escena, tradicional, es correcta aunque insípida, y se ve lastrada, para mi gusto, por un vestuario inadecuado. Pero en dvd/blu-ray no hay precisamente mucho donde escoger...

viernes, 4 de diciembre de 2015

Lady Macbeth sin Macbeth

 

Una gran decepción me he llevado viendo y escuchando el doble DVD del Macbeth de Verdi que acaba de editar Deutsche Grammophon. Sobre el papel, tenía buena pinta. Pero esta versión, filmada en el Met el 11 de octubre de 2014, tiene serios inconvenientes, empezando por una escena (cuyo responsable, Adrian Noble, ha sido cuidadosamente ocultado en la portada) fea, absurda, rancia (con patéticos visos de modernidad: algunos vestidos, los cananas repletas de balas, fusiles, un jeep...) y con numerosos efectos especiales bastante infantiles (por no decir algo peor): las apariciones de Banco ensangrentado al final del acto II y al principio del III son penosas; las brujas no dejan de hacer el payaso... En fin, parece mentira lo que le cuesta al Met sacudirse la costra, y eso que Nueva York es una de las ciudades más progresistas de Estados Unidos. Otro grave defecto es el protagonista, un Zeljko Lucic en lamentable estado vocal -la emisión muy abierta- y con una línea de canto muy precaria. De la propia batuta esperaba mucho más: no sé a qué se debe que varios de los maestros italianos que fueron excelentes verdianos en sus comienzos vayan dejando de serlo con el tiempo. Fabio Luisi, con momentos de garra dramática y otros endebles o rutinarios, parece poco convencido de lo que hace; el coro y la orquesta no suelen estar muy finos (que Dios me perdone: para mí rara vez lo están en esa casa).

Esa falta de convicción se aprecia también en los cantantes, que actúan mal y aparentan creerse bien poco sus personajes. La que mejor parada sale en este aspecto es justo quien mejor canta, una Anna Netrebko (aquí absurdamente teñida de rubia) que ya posee la voz idónea para la endemoniada parte de Lady Macbeth, sin haber perdido su privilegiado esmalte: ¿quién habría dicho hace diez años que podría abordar con tal solvencia la Leonora de Il trovatore o Lady Macbeth? Solo emborrona un poco la coloratura en la última frase de la terrible cabaletta del acto I ("Or tutti sorgete"); impecable, en cambio en "Si colmi il calice" y soberbio el agudo en piano al final de "Una macchia è qui tuttora". El breve papel de Banco está magníficamente servido por Pape -hermoso, pastoso caudal, admirable legato- y solo correctamente el de Macduff por Joseph Calleja, que no se libra de un vibrato algo desagradable.

Los subtítulos están también, menos mal, en castellano... o algo parecido, pues no son precisamente ideales: unos a otros se llaman a veces de usted. Para colmo, el DVD posee un sonido mediano y una imagen bastante borrosa, lo que es a estas alturas tan frecuente como inadmisible, sobre todo en publicaciones de Universal. Seguramente el Blu-ray esté mucho mejor (suele ocurrir), pero es rarísimo que lo envíen para crítica. Es decir, que seguimos sin un Macbeth en imágenes como se merece esta estupenda ópera (aunque no carente de altibajos, como es bien sabido). Seguiremos conformándonos con el DVD del mismo sello (Nucci, Verrett/Chailly), notable película -no representación- de Claude d'Anna (1987).