BACH: las 6 Suites para
violonchelo solo – Jean-Guihen Queyras (Harmonia Mundi)
Queyras ya las había grabado en 2008 para el mismo sello. No las tuve entre mis favoritas. Pero las de ahora me han gustado, en general, algo menos aún. No hay duda de que toca muy bien y de que posee un gran sonido. Pero me molestan mucho lo que creo que son guiños a la interpretación (mejor, a qué engañarnos: ejecución) históricamente informada: demasiada ornamentación, que para mí desdibuja la línea de la sobria y genial escritura bachiana, y demasiados, casi constantes, breves reguladores dinámicos, así como brusquedades varias. Lo siento, me molesta y me indigesta escuchar estas cosas. Pero, por supuesto, habrá a quienes les encante esta forma de tocar; están en todo su derecho.
¡Qué contraste con la Segunda
Partita para violín solo de Bach que acaba de grabar a la viola Timothy
Ridout, un instrumentista sensacional! Nacido en Londres en 1995, es
claramente un fuera de serie. El CD que acaba de editar Harmonia Mundi
contiene, además de la magna partitura bachiana, las Fantasías 1 y 7
para violín solo de Telemann arregladas por el propio Ridout. La admirable Elegía
para viola sola de Britten y la pieza In manus tuas de Caroline Shaw
(Greenville, 1982) completan este apasionante CD.
BUSONI: Fantasía
contrapuntística. Sonatinas 1 y 2. Sonatina brevis. Variaciones y fuga sobre el
Preludio Op. 28/10 de Chopin. Transcripciones de Bach: Toccata y fuga BWV 565,
Preludio y fuga BWV 532 – Peter Donohoe, Karl Lutchmayer
(Chandos)
Es la segunda publicación
del pianista Peter Donohoe dedicada al gran Ferruccio Busoni (1866-1924), uno
de los enormes pianistas de su tiempo y un compositor mucho más importante de
lo que dice su más bien escasa fama. Tiene, entre otros, grandes valedores en Alfred
Brendel y Daniel Barenboim (quien, sin embargo, no ha grabado nada suyo de
piano, aunque sí una ópera -Die Brautwahl- y dirigido otra, Doktor
Faustus, entre otras composiciones). Pues bien: la gigantesca Fantasia
contrappuntistica se ofrece en la versión para dos pianistas (yo conocía
solo la de un único pianista), en la que Donohoe colabora con Karl Lutchmayer,
quien por su parte toca también admirablemente la Sonatina brevis. Las
transcripciones de las composiciones para órgano de Bach suenan grandiosas, lo
que puede no gustar, pero lo más probable es que así las concibiese Busoni. En
suma: espléndidas interpretaciones de obras poco conocidas pero de gran valor,
y estupendas tomas de sonido.
FIELD: los 18 Nocturnos –
Alice Sara Ott (DG)
El irlandés John Field
(1782-1837) inventó, sí, el nocturno, lo cual siempre se recuerda al
hablar de los de Chopin, pero a la luz de los del polaco aquellos palidecen un
montón: son música muy de salón, delicada y ornamental, realmente poco poética
y nada profunda. Ott las toca primorosamente, eso sí, y seguramente muy en la
línea de lo pretendido por su autor.
KHACHATURIAN: Concierto para
piano. Transcripciones para piano (Adagio de Espartaco;
Danza del sable y Canción de cuna de Gayaneh; Suite de Mascarada. Estampas
infantiles) – Jean-Yves Thibaudet/Orquesta Filarmónica de Los Angeles/Gustavo
Dudamel (Decca)
Hacía años que no
escuchaba el Concierto (1936) de este compositor armenio (1903-1978),
pero no tengo la menor intención de volverlo a hacer: me parece, me vuelve a
parecer una obra de puro lucimiento, anacrónica, aparatosa, efectista, tirando
a vulgar, y cuentista. Eso sí, está muy bien servida en esta grabación.
Las Estampas infantiles, de 1964, sí son originales para piano.
PAGANINI: los 24
Caprichos. Etc. – María Dueñas (DG)
Impresionante trabajo de
la sensacional violinista granadina (n. 2002), que yo diría que ya es una de
las grandes del panorama internacional, pues a su triunfo con el
comprometidísimo Concierto de Beethoven añade ahora este despliegue
formidable de virtuosismo. No se trata de una versión más, por muy bien tocada
que esté, de los Caprichos paganinianos, sino una recreación que intenta
-y consigue- salirse del mecanicismo con el que suelen ejecutarse, plagada de
detalles muy personales, y que en muchos casos me han parecido muy bien traídos;
sin embargo no me ha gustado un pelo cómo frasea, rizando el rizo, el famoso tema
-del que tantas series de variaciones se han escrito- del Capricho 24.
El álbum se completa con piezas de Berlioz, Saint-Saëns, Wieniawski,
Sarasate, Kreisler, Jordi Cervelló (Barcelona, 1935-2022) y Gabriela
Ortiz (México, 1964), en las que cuenta con diversos colaboradores. Una
reflexión personal: Dueñas posee una técnica excepcional y un gran talento… en
bruto. Para llegar a ser una artista de primerísimo orden, lúcida y
equilibrada, necesitaría de algún músico de gran solidez (pianista, director…) que
la encaminara.