Segundo recital con
Martha Argerich
El incansable e incombustible pianista y director vuelve a
aparecer, en ambas facetas, en sendos discos de Deutsche Grammophon y Decca
recientemente aparecidos. El primero fue un recital para dos pianos junto a su
amiga la también bonaerense Martha Argerich grabado en público en el Teatro
Colón de Buenos Aires el 26 de julio de 2015. El precioso e interesante programa
consta de los Seis Estudios en forma de
canon, op. 56 (1845) de Schumann, en los que mira hacia Bach. Piezas originales
para un pianista que escuchamos aquí en la transcripción para dos realizada por
Debussy. Se trata de una colección de gran belleza pero prácticamente
desconocida; sea muy bienvenida. Sigue En
blanc et noir (1915) de ese compositor francés, un tríptico al que ya no se
le puede colgar el letrero de impresionista: la primera de sus páginas está
dedicada al director de la Sinfónica de Boston, Serge Kussevitzky, la segunda a
un amigo teniente muerto en la guerra del 14, y la tercera a Stravinsky. La
velada se cerró con la admirable Sonata
para dos pianos y percusión (1937) de Béla Bartók en la que a los pianistas
se sumaron dos percusionistas de la West-Eastern Divan Orchestra: Pedro Manuel
Torrejón González y Lev Loftus. De la primera obra es mi única grabación en
disco: no he podido, por tanto, comparar con ninguna otra, pero es palpable la
sensibilidad y la ternura de los veinte dedos que le dan vida. La segunda puede
equipararse a la magistral de los hermanos Kontarsky (DG 1973), y la tercera no
desmerece frente a mi versión preferida hasta ahora: la de Perahia, Solti,
Corkhill y Glennie (Sony 198), resultando algo menos incisiva y tal vez algo
más introspectiva. La toma de sonido hace justicia a la famosa acústica del
Colón: para la ocasión se desplazaron los técnicos del reputadísimo Estudio
Teldex de Berlín.
La Primera Sinfonía de Elgar
En el segundo disco, esta vez del sello Decca, Barenboim empuña
la batuta para completar el miniciclo sinfónico Elgar, que ha grabado en orden
inverso. Con una Staatskapelle Berlín en magnífica forma, Barenboim se aparta
un tanto de la tradición británica más tópica (representada sobre todo por Sir
Adrian Boult, un admirable intérprete en cualquier caso de estas Sinfonías),
pues despoja a Elgar de parte de su pompa y grandilocuencia, incluso de algo de
solemnidad, insuflándole mayor pasión, clarificando extraordinariamente las
texturas (nada de sonoridades espesas: creo que nunca se han escuchando tantas
cosas) y delineando más nítidamente las líneas estructurales y los vectores de
tensión. La preparación de los clímax o la coda final tienen algo de
brucknerianas, y también pueden -como señala mi amigo José Sánchez Rodríguez-
rastrearse ecos de Parsifal. El scherzo es particularmente incisivo y
fantástico, pero la joya de la interpretación es para mí el infinitamente
hermoso y conmovedor Adagio, una honda
experiencia emocional. La grabación, realizada en la Philharmonie de Berlín
(sin público) en septiembre de 2015, es absolutamente extraordinaria. ¿Quiénes
la firman? Eso es: los Estudios Teldex.
De las sinfonías de Elgar cual pondría usted justo por debajo de estas: Solti, Barenboim 1,Barbirolli o Adrian Boult?
ResponderEliminarAAL
He mirado mis notas y estas son las versiones que tengo mejor valoradas, por orden decreciente, pero todas con puntuaciones muy altas:
Eliminar1ª: Barbirolli, Tate, Sinopoli, Barenboim I, Solti, Boult, Menuhin y Mackerras. 2ª: Haitink, Barbirolli, Boult, Tate, Barenboim I y Solti.
2ª: Haitink, Barbirolli, Boult, Solti, Barenboim y Tate. (Por cierto, ayer me dejó perplejo el erudito discográfico José Luis Pérez de Arteaga afirmando en Radio Clásica que Barenboim acababa de grabar por primera vez las dos Sinfonías de Elgar. No me puedo creer que no tuviera noticia de las que hizo para CBS en 1973/74 con la London Philharmonic, versiones que, aunque no muy bien grabadas, siguen siendo excelentes).