Me limito al período que abarca la mayor parte de los discos
que he escuchado (y que han formado mis gustos musicales), dejando fuera, por
tanto, épocas pretéritas. Pues a los grandes maestros de la primera mitad del
siglo XX los conozco mucho menos, ya que sus grabaciones son más escasas, raras
o precarias (muchas veces ni siquiera permiten hacerse una idea precisa de cómo
sonó aquello antes de ser enlatado).
Los dos directores que más admiro son
"históricos": Furtwängler y Klemperer. Y algunos de los que aparecen
en la lista me parecen muy irregulares, pero si me quedo con lo mejor que les
he escuchado, merecen figurar en ella. No me limito a las grabaciones; en
directo nunca pude escuchar a Barbirolli, a Furtwängler, a Klemperer, a Walter.
Pero sí, y casi siempre varias o bastantes veces, a los dieciséis restantes. Otra
cosa: no he incluido a jóvenes tan extremadamente talentosos como Nelsons o
Dudamel. Prefiero esperar un poco más para poder juzgarlos con más
conocimiento.
Los 20 van, por supuesto, en orden alfabético. (Se admiten,
claro está, discrepancias. Tampoco yo lo tengo tan claro como para no haber
dudado).
Claudio Abbado
Daniel Barenboim
Sir John Barbirolli
Leonard Bernstein
Karl Böhm
Sergiu Celibidache
Sir Colin Davis
Wilhelm Furtwängler
Carlo Maria Giulini
Bernard Haitink
Herbert von
Karajan
Otto
Klemperer
Rafael
Kubelik
Raymond
Leppard
Lorin
Maazel
Igor
Markevitch
Zubin Mehta
Riccardo
Muti
Sir Georg
Solti
Bruno
Walter
Me falta Kleiber
ResponderEliminarEsperaba esta queja. Me imagino que se refiere a Carlos Kleiber, no a su padre, Erich. Le explicaré por qué no se me ha olvidado, sino que no he querido incluirlo. Tengo todas sus grabaciones, de audio y de vídeo (bueno, tal vez no alguna que otra piratada). Su repertorio era tan escaso -ni siquiera todas las Sinfonías de Beethoven y Brahms- que esto juega, para mí,muy en su contra. De lo que ha dejado como legado (y le escuché solo un concierto, excelente, con la Orquesta de la Ópera de Baviera) hay unas cuantas grabaciones memorables -desde la Quinta de Beethoven a la Cuarta de Brahms, El cazador furtivo, El caballero de la rosa o Tristán, sin olvidar los dos Conciertos de Año Nuevo-, pero hay otras cuantas que me gustan muy poco o poquísimo: la "Pastoral" del sello Orfeo (¡terrible!), la Tercera e incluso la Inacabada de Schubert, la Vida de héroe con la Filarmónica de Viena que no llegó a publicar Sony, pero que circula por ahí... Vamos, que cualquiera de los 20 directores que he listado tiene muchas más grabaciones muy importantes y extraordinarias. Disto millas, leguas, de quienes lo consideraron "el más grande". ¿En cuántas obras de primera magnitud?
EliminarDe su lista me extraña que incluya a Leppard, incluso a Mehta. Pero como ud. apunta todo esto es muy subjetivo.
ResponderEliminarPara animar el cotarro me permito sugerir a Munch, Fricsay, Szell, Reiner, Mravinski, Ormandy, Jochum, Dorati, Kerstez, incluso a Boulez por sus especiales características.
Sí, sé que la inclusión de Leppard es extraña. Pero le diré que lo considero, junto a Karl Richter, el principal impulsor de la primera reforma interpretativa de la música barroca. Una reforma tremendamente positiva, que arrumbó a los Von Benda, Münchinger, Boult, Sargent y compañía. (La segunda reforma, la de los instrumentos originales, ha sido para mí, en cambio, más negativa que positiva). Leppard, hoy olvidado, ha sido grande en Monteverdi, en los barrocos franceses, en Purcell, ¡en Bach y Haendel sobre todo! y también en Gluck, Haydn, Mozart y hasta en Schubert y Mendelssohn.
EliminarMehta sé que es particularmente desigual: muchas, muchas de sus grabaciones no aportan nada, pero en mi opinión tiene al menos medio centenar de discos realmente sensacionales, incluso en los compositores que menos se esperaría uno. Pero sí, los diez que cita son importantes, en especial -para mí- Fricsay, Szell, Reiner y Boulez. ¡Es muy difícil decidirse!
Como bien dice, estas listas siempre son curiosas e interesantes, pero tienen una importante componente subjetiva.
ResponderEliminarParticularmente, de mi lista particular faltarían Mravinsky y Stokovsky. Muy diferentes, pero que particularmente me encantan.
¿Llegó a escucharlos en vivo?
A Mravinsky llegué a escucharle en vivo con la Filarmónica de Leningrado, y fueron muy impresionantes su Tchaikovsky y su Shostakovich. Pero su discografía me gusta, en general, no demasiado.
EliminarStokowski tenía sin duda un gran talento, pero era un showman capaz de grandes cosas y de tremendas excentricidades.
Aunque tiene grabaciones importantes antes de comenzar a decantarse por una limpieza sonora insustancial, sacaria a Claudio Abbado y pondria a Mravinsky o a Sanderling por tener estilo y sonoridad muy definidos, con trayectorias artisticas impresionantes. Otro que echo en falta es Boulez o algun representante del "historicismo", mi preferido Franz Bruggen.
ResponderEliminarSanderling y Boulez claro que merecerían estar; lo de Brüggen, en cambio, no lo veo nada claro: de los historicistas los que más me gustan son, en general, Jacobs, Pinnock y Gardiner.
EliminarMe gusta que haya incluido a Leppard, hoy tan olvidado...
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con su selección de directores. Me sorprende ver a Raymond Leppard del que no recuerdo ahora haber escuchado nada. Hecho a faltar sin embargo a Szell y Reiner. Para mí el primero por encima del segundo. Ningún director ruso en su lista. ¿Cuál sería en su opinión el mejor? ¿Quizá Kondrashin?
ResponderEliminarUn saludo.
Dese por respondido con lo que le digo a Bruno. Sí hay un ruso: Markevitch. Pero quedan muy cerca de merecer estar en la lista Kondrashin y Rozhdestvensky. Creo que más incluso que Mravinsky.
EliminarLa lista es inobjetable, no creo que se pueda sacar ninguno de estos directores; quizás con calzador podrían entrar otros de los cuales tenemos algunas grabaciones extraordinarias como Kurt Sanderling, Andre Previn, Georges Szell e incluso Pierre Boulez.
ResponderEliminarPodría, don Ángel, brevemente, así de memoria, comentar algo sobre las grabaciones que conozca de nuestro Ataúlfo Argenta?
Alberto Ayas
Alberto: creo que lleva razón. Ha sido duro para mí dejar fuera a esos cuatro que propone. ¡Es tan difícil, tan discutible!
EliminarEn cuanto a repasar la discografía de Argenta, dejémoslo para otro día. Ahora ando muy mal de tiempo. Pero lamento considerar que no merecería estar en esa lista; tal vez entre 30.
Buenas tardes. Muy interesante la lista, me imagino que cada persona encontrará sus ausencias. Yo, basándome en mis gustos personales, incluiría a Jochum, Fricsay y (con más dudas) Kempe.
ResponderEliminarUn saludo!
Como le digo a los lectores de más arriba, esos directores me parecen de gran valía. Quizá Jochum y Kempe estén un poco sobrevalorado (aunque no les regateo bastante maravillas). Fricsay fue realmente muy grande. Seguro que merece estar entre los 20: mis dudas son constantes.
EliminarSolo quería dejar constancia de mis preferencias: metería a Szell sin duda, y quizás a Boulez, sacando a Mehta y a Leppard. Esto ya se ha dicho, pero me parece que los dos que entrarían han aportado mucho y muy bueno a la historia de la música grabada, y el primero forjó una de las grandes orquestas del siglo XX, mientras que el segundo ha dejado un legado fonográfico de suma importancia, de referencia, especialmente en la música del siglo XX, incluida la suya propia. Más importante que Mehta ha sido, por ejemplo, James Levine, que ha dirigido el MET durante varias décadas, aunque la calidad de lo que ha grabado sea discutible.
ResponderEliminarY es que la lista de directores tiene una ambigüedad implícita: ¿los valoramos por su legado discográfico y nada más, o consideramos también su influencia en orquestas, otros directores y formas de interpretar la música? Si el criterio es mixto el problema se vuelve más complicado, porque hay que especificar cómo se pondera en cada caso.
Sea como sea, noto la falta de Boulez y Szell, como he dicho, y me sobran Mehta y Leppard. En el resto de nombres, todos caen por su peso, aunque los hay de distintas magnitudes.
Ya he explicado que Szell y Boulez me parecen muy importantes; me parece difícil determinar si más o menos que todos los de la lista; por ahí les anda... No estoy, en cambio, de acuerdo en que Levine sea preferible a Mehta: será difícil hallar un 10% de grabaciones de Levine, entre las muchísimas que ha hecho, realmente muy valiosas. No es el caso de Mehta: podría hacer una larga lista de aciertos mayúsculos. Tampoco me sobra Leppard, a mí personalmente, por las razones que he expuesto más arriba. Ahora bien, admito que es una opinión que se pueda no compartir.
EliminarÁngel, mi alusión a Levine tenía la intención de añadir un ejemplo de director con amplio legado discográfico y gran impacto en una orquesta y en la cultura operística de un país durante un dilatado período de tiempo. Se le podría sacar de la lista argumentando que una parte importante de sus grabaciones no son de referencia (aunque tiene algunas operísticas muy buenas). A nadie se le habría ocurrido meter a Levine, pero con un criterio mixto habría pasado una primera criba, al menos.
ResponderEliminarEntiendo que su selección de los 20 mejores se refiere al legado discográfico exclusivamente, o muy principalmente. Su calidad y quizás su influencia interpretativa. Con ese criterio en mente algún nombre de la lista, y alguna ausencia, se puede entender mejor. De entrada hubo cosas (pocas) que me chocaron.
Exactamente, Nemo. Creo que son esas que señalas las razones que he tenido en cuenta principalmente. Hay que añadir a ellas los conciertos y representaciones operísticas que he presenciado de varios de esos directores.
EliminarEstos días ando leyendo la autobiografía de Solti, y son muy, muy interesantes, por muchos motivos. Ayuda a conocer mejor la historia de Europa, pero también al músico (y a la persona), claro, a otros músicos (por alusiones directas, muy numerosas) y a las instituciones (teatros, orquestas). Es una lectura muy emocionante, en primera persona, muy sincera (en lo que dice, otra cosa es que no toque ciertos temas o pase de puntillas por ellos) y totalmente recomendable.
ResponderEliminarEl libro se puede encontrar en iberlibro y webs similares, aunque yo recomiendo buscadores agregados, como bookfinder.com
Conozco el libro, y yo también disfruté y aprendí mucho con su lectura. Un gran hombre, Solti, además de un gran director (ninguneado, por ejemplo, casi por completo por la revista Scherzo).
EliminarScherzo le dedicó a Solti dos portadas. Una en diciembre de 1987 (un dosier dedicado a Solti de ellos dentro) y octubre del 96, con una entrevista. No podían ignorarlo del todo, porque ha sido el director más importante de su generación, junto con Karajan, y por encima de Bernstein (menos importante en ópera).
ResponderEliminarPero hay pullas más o menos disimuladas en los textos de esos dos números (y en todas las críticas). La actitud general es de perdonarle la vida. Un "sí, pero".
Ángel Fernando Mayo, devoto de Knappertsbusch y por tanto contrario por naturaleza a Solti, era sin embargo más honesto, y fijadas sus preferencias reconocía que fuera de la tradición germánica wagneriana, Solti era el mejor director de Wagner. No obstante a veces no resistía la tentación de decir que Kempe era el mejor director wagneriano de su generación (sería quizás por su experiencia como oyente, en teatros). De todas formas, su valoración del legado discográfico de Solti en el número del 87 es correcta. Solti no era un director-sacerdote del repertorio alemán, sino un director cosmopolita de repertorio enorme. Fernando-Mayo admiraba sin reservas su Anillo, Tannhauser, Parsifal, Lohengrin, Maestros II (p. 62, no. 1987)... y lo dice.
El resto de los textos de esos dos especiales son mucho menos perceptivos y apreciativos, con la figura de Solti y el resto de su repertorio. Gastaban menos mala baba con Solti que con Barenboim, es verdad, pero le ninguneaban, en efecto. La sensación es de incomodidad: no podemos ignorarle pero tampoco aceptarle.
La verdad es que salvo un par de firmas eruditas y honestas de esa revista (las dos cosas), con sus criterios un tanto anticuados, eso sí, el resto de la revista era un coñazo (con perdón) de lo más previsible. Lo peor era que daban una visión totalmente distorsionada de la interpretación musical de las últimas décadas, y absolutamente desorientadora del presente (idolatraban acríticamente a Celibidache, y poco más... ).
Eran unos germanófilos tardorrománticos cansinos.
Una cosa que me encantaba de algunas firmas en Ritmo eran las escuchas a ciegas... porque creo que esa es la clave. Y no tanto para convencer a los demás de nada sino para revisar los propios sesgos, que a veces nos impiden un juicio crítico limpio. Otro criterio de orden es la simple comparación, calificación y clasificación, porque exige contrastar continuamente.
Entiendo que revisar revistas del pasado puede ser un tostón, pero para hacerse una idea rápida de lo que era Scherzo puede verse su número extra de diciembre del 92 (todo de recomendaciones de óperas) y el del 94 (música sinfónica). Llamará la atención lo que aparece, y lo que no... Por cierto, Solti rara vez se lista, y no por ausencia de discos suyos en el mercado, y cuando lo hace casi siempre con calificaciones "de consolación". Y no es el único. Por encima de Solti, sin problemas, gente como Lovro von Matacic o Horst Stein.
Dentro de la obvia subjetividad, daré la lista de mis 15 directores preferidos (en orden alfabético):
ResponderEliminarDaniel Barenboim
Leonard Bernstein
Pierre Boulez
Sergiu Celibidache
Riccardo Chailly
Peter Eötvös
Wilhelm Furtwängler
Michael Gielen
Carlo Maria Giulini
Philippe Herreweghe
Otto Klemperer
André Previn
Hans Rosbaud
Esa-Pekka Salonen
George Szell
De mi lista de 15 directores he dejado fuera algunos que con el paso de los años me han defraudado bastante, como Claudio Abbado, que en su última etapa como director, desde su designación como director titular de la Berliner Philharmoniker, realizó multitud de grabaciones sin apenas interés, en su mayoría.
ResponderEliminarPor el contrario, directores como Bernard Haitink y Georg Solti, el primero por ser extremadamente comedido (soso) y el segundo por todo lo contrario (impetuoso sin medida ni detalle), si al principio me disgustaban en cierta medida, últimamente estoy rescatando muchas de sus grabaciones, especialmente las del holandés, y aunque empiece a valorarlo, siempre me queda la duda de quién es realmente el mérito al ser interpretaciones tan neutras, si de la Concertgebouworkest o del espléndido sonido analógico de la grabaciones de estudio de la Philips. A saber...
Reconozco que en mis inicios era fiel seguidor de la revista Ritmo de los años 90 del siglo pasado, cuando el autor de este blog dirigía la sección de Discos de la revista. Creo que fue la mejor etapa de la Ritmo.
Olvidaste al melenas que inventó el tecno-beethoven. Luis Cobos o algo asi.
ResponderEliminar