Los Conciertos de Tchaikovsky y Sibelius por Batiashvili y Barenboim
Deutsche
Grammophon acaba de publicar un disco con estos dos Conciertos a cargo de la violinista georgiana Lisa Batiashvili
(Tiflis, 1979), uno de los más fulgurantes descubrimientos violinísticos de los
últimos tiempos. Antes de recalar en Deutsche Grammophon, había grabado, ya en
2001, un disco en EMI con Bach (Partita 1),
Schubert (Rondó) y Brahms (Sonata 1), un par de ellos en Sony (el Concierto de Beethoven con la Deutsche
Kammerphilharmonie Bremen ¡sin director! y los Conciertos de Sibelius y Lindberg con Oramo, 2007). También tiene
un CD del sello AVI con los Octetos de
cuerda de Mendelssohn y Enescu, junto a solistas como Tetzlaff, Faust o
Tamestit.
Tchaikovsky
En
DG tiene ya con el presente cuatro CDs: los tres anteriores son un variado
programa Bach (lo desconozco), un sensacional Primer Concierto de Shostakovich con Pekka-Salonen y un desastroso,
inexplicable, Concierto de Brahms con
Thielemann. En junio de 2015 una televisión alemana transmitió un Concierto de Tchaikovsky con los mismos
intérpretes de este disco, tocado en Berlín al aire libre, que me dejó pasmado:
nunca había escuchado una interpretación tan cautivadora. Por lo que se ve, solista,
orquesta y director acudieron a continuación a un estudio berlinés que no
conocía, el Funkhaus Nalepastrasse, para registrarlo. La grabación, a cargo de
los ingenieros de los Estudios Teldex, claro está, suena mucho mejor -¡de
escándalo!- y la ejecución es aún más impecable. ¿En qué se basa esa asombrosa
superioridad de Batiashvili? Parece destinada a este Concierto, del que ofrece una versión más lírica que nunca, con
momentos de una ternura y una intensidad expresiva casi insoportables; menos
exclusivamente viril que los mayores
intérpretes -Oistrakh/Ormandy, Perlman/Ormandy, Vengerov/Abbado, incluso
Zukerman/Mehta- no es por ello menos apasionada, sino justamente lo contrario.
Pero lo que más llama la atención es tal vez la enormidad de detalles, a cuál
más feliz, que aporta, pues no hay una sola frase por la que pase de largo, en
la que se deje llevar por el mero virtuosismo, a la que no añada algún guiño,
algún rubato, alguna variación dinámica,
unos trinos jamás mecánicos... Lo alucinante es que estas aportaciones son,
siempre, de un acierto musical y un buen gusto que deja boquiabierto. El sonido
de su violín es luminoso y de una belleza turbadora, con un agudo sobrenatural
y un grave lleno y bellísimamente timbrado, como pocos colegas suyos han tenido
hasta ahora. Los tempi levemente más
lentos de lo habitual (19'39", 7'06", 10'07") contribuyen en
parte a la llamativa transparencia orquestal, como jamás antes: se aprecian no
pocas texturas que nunca, en decenas de grabaciones, se habían percibido. Ha
sido una enorme suerte que el violín y la batuta más inspirados y competentes
coincidan en la misma grabación.
Sibelius
¿Tiene
el mismo nivel el Sibelius? Tal vez, aunque me atrevería a decir que aquí
existen tres grabaciones (o cuatro, si sumamos un DVD) de altísimo nivel, a las
que es poco menos que imposible desbancar: Ferras/Karajan, Zukerman/Barenboim
(ambas DG) y Vengerov/Barenboim (Teldec en estudio y DVD Arthaus en público). Es
curioso que el director argentino, que apenas ha dirigido Sibelius (creo que
solo la Quinta Sinfonía, Pelléas et Mélisande, no grabadas, y el Vals triste), haya dado tan en el clavo
en ya cuatro ocasiones, y creo que también es ahora cuando ha acertado más claramente,
en este Concierto: su lenguaje sonoro
está plagado de sugerencias, con esos tintes oscuros y esas atmósferas
amenazadoras, incluso terribles y de tremenda dureza que consigue. De la
imponente masa orquestal (formidable la Staatskapelle Berlin) emerge un violín
de sonido fulgurante, que logra de nuevo un lirismo de intensidad casi agónica
y un fuego abrasador. La creatividad y la intuición certeras, la valentía y la
seguridad de Batiashvili son de veras insultantes. Y también aquí escuchamos en
la orquesta cosas nuevas, en parte
-pero no solo- gracias a una toma de sonido rigurosamente incomparable (así
como a unos tempi no precisamente
atropellados: 17'00", 8'41", 7'34"). Un disco antológico.
Yo he encontrado el Tchaikovsky un poco aburrido, sin chispa; quizás sea porque el Perlman/Ormandy me parece absolutamente pasional. Por el contrario el Sibelius está mucho mejor que su grabación previa con Oramo, más maduro, pero como bien dices, sin alcanzar la genialidad de Ferras/Karajan o Vengerov/Barenboim.
ResponderEliminarCanarias: ¿Aburrido? Me dejas estupefacto. Escuchar a cada paso cómo afrontan cada frase (ella y él) y de qué forma la resuelven es todo menos aburrido, es apasionante. Es una maravilla nunca vista. Y esta versión la encuentro tan pasional o más aún que la de Perlman. ¡Vuelve a escucharla con atención, Canarias!
EliminarJuan González.
Caramba, parece que fuera de Karajan y Barenboim la discografía del concierto de Sibelius es un erial... Un poquito de por favor.
ResponderEliminarGino: No es un erial, no. Pero conozco al menos 37 versiones en disco del Concierto de Sibelius, y le diré que en mis notas particulares solo llegan o superan un 8 (de 0 a 10) Szeryng/Rozhdestvensky (Philips 1965), Chung/Previn (Decca 70), Perlman/Previn (EMI 80), Kremer/Muti (EMI 82), Lin/Salonen (Sony 88), Shaham/Sinopoli (DG 92), Midori/Mehta (Sony 94)y Hahn/Salonen (DG 2008), además de las versiones ya citadas que me parecían las más extraordinarias. Y que violinistas tan grandes como Oistrakh, Stern, Menuhin, Mullova o Mutter me convencen bastante poco en este Concierto.
EliminarHola Ángel, sólo comentar que gracias a esta descripción tan estimulante y motivadora de este disco, en cuanto pueda me haré con él, ya que en general, tu criterio suele estar en bastante consonancia con mis gustos musicales. Gracias una vez más por tu labor!!
EliminarAtentamente, Francisco Mármol (el "fan" de Rismki-Korsakov) :-)
Tenía en cd el concierto de Tchaikovsky por Milstein con Abbado y Mutter con Karajan. Al escuchar este nuevo concierto con Batiashvili y Barenboim he descubierto que la obra es mucho mejor de lo que yo creía. ¡Eso pueden conseguir algunas interpretaciones!. F. Bravo.
EliminarHola Ángel, finalmente me compré el cd, y he quedado estupefacto, en especial con el fraseo de Batiashvili, donde cada frase está matizada hasta el infinito, con un resultado expresivo sobresaliente. Pocas veces he oido una interpretación tan detallista y trabajada, no de ésta, sino de cualquier obra concertante. Así que, una vez más, gracias!
ResponderEliminarAprovecho para recomendarte, ya que estamos en Tchaikovsky, una versión del "Cascanueces" que me parece excepcional, en DVD (no es la de estudio en CD) de Evgeny Svetlanov, versión más bien lenta, paladeada y de enorme poesía en los momentos más melancólicos... director por cierto al que me permito reivindicar, ya que gran parte de la crítica lo tiene por poco más que un mero artesano especialista en compositores rusos... y yo que tengo la suerte de poseer muchas de sus versiones en cd, gracias al blog Panovnik, me he maravillado con varias de sus interpretaciones... por ejemplo con el ballet "Las estaciones" de Glazunov, obra "normalita", pero que él en algunos momentos (el Adagio del otoño para mí es inenarrable, de una belleza que hace saltar las lágrimas)la dignifica enormemente... o en muchas obras de mi querido Rimski...
Atentamente, Francisco Mármol
PD: Si tuvieras curiosidad y estuvieras interesado, no tendría inconveniente en hacerte llegar una copia de dicha versión del Cascanueces...
Gracias, Francisco. Las estacions de Glazunov por Svetlanov y la Philharmonia las conozco, las tengo en CD. No así el Cascanueces, pero no te preocupes, intentaré hacerme con él por mi cuenta. Gracias por el "soplo".
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