Pensé que Arturo Reverter “había pasado” de lo que yo había escrito sobre su crítica de “Simon Boccanegra”. Pero no: se puso en contacto conmigo para pedirme explicaciones. Se las he dado en privado, y también le pedía disculpas por algún exceso, como lo de “me temo que cree que es incapaz de equivocarse”. Ya le dije que “no es justo haber escrito eso, por más que acostumbre hablar y escribir en un tono que transmite la sensación de gran seguridad”. También lleva razón en que el de Plácido no es el único ejemplo de incorrecciones que señala en su libro.
Le ofrecí a Reverter la posibilidad de publicar en este blog su comunicación y mi respuesta, pero prefiere que no lo haga; sólo me pide (“me parecería correcto”) que “rebaje el ímpetu de mis afirmaciones y reduzca la dinamita de mis opiniones en relación con él”.
Pues bien, de acuerdo, hecho está. Pero no quiero entrar de nuevo a polemizar sobre el tenor que ahora suele cantar como barítono. Yo doy por zanjado el asunto.
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