viernes, 25 de octubre de 2013

Bernstein dirige las “Variaciones Enigma” de Elgar en vivo y en estudio


     
 
El sello ICA acaba de publicar las Variaciones Enigma de Elgar tocadas en público en el Royal Albert Hall el 14 de abril de 1982, acompañadas de (parte de) los ensayos preliminares y de una breve entrevista. Este DVD me deja clara una idea que varias veces me había rondado la cabeza: la distancia que puede haber entre dos interpretaciones muy similares, una de veras inspirada y otra a la que falta algo (hasta, ocasionalmente, bastante) de alma. Yo recordaba las Enigma grabadas por Bernstein con la Sinfónica BBC en CD para Deutsche Grammophon como una versión algo pasada de rosca, un tanto artificialmente ambiciosa y pretenciosamente profunda.

Al escuchar el concierto que los mismos intérpretes ofrecieron en público el día anterior a esa grabación me reafirmo en que estas cosas pueden pasar y pasan. Vuelta a escuchar la grabación en estudio, lo confirmo: me suena (a ratos) un tanto ampulosa, exagerada y forzada, mientras que la del día anterior (¿contagiado acaso por la presencia del público?), también muy morosa y paladeada, que descubre resquicios por lo general inexplorados, es una pura maravilla, en la que late una sinceridad aplastante y en la que el genial director estadounidense extrae todo lo imaginable de la partitura. (Como curiosidad: la interpretación dura en el concierto 36’05”, y en el CD de D.G., 37’50”).

Comparemos, por ejemplo, la variación IX, Nimrod, corazón de la obra: en D.G. los 6’08” son casi insostenibles, se tambalean, por momentos se vienen abajo, mientras que los 5’35” (duración amplia pero más razonable) del DVD son sencillamente geniales. Particularmente excelsas las variaciones lentas, cantadas hasta el límite y con un sentimiento muy profundo, y verdaderamente gloriosa la última, con un doble regulador dinámico al final que pone la carne de gallina.

Sensacional la Orquesta de la BBC, siempre a la sombra de las cuatro mayores de Londres: Philharmonia, Sinfónica, Filarmónica y Royal Philharmonic: era la primera vez que Bernstein –que confiesa admirarla– la dirigía. Y creo que la última, al menos con documento publicado. Como siempre, es un enorme placer ver a Bernstein, además de escucharlo. Lástima que el sonido sea monoaural. Pero, tanto por el concierto como por el ensayo y una breve entrevista, este DVD merece la pena.



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