viernes, 9 de junio de 2017

En la muerte de un director infravalorado: Jeffrey Tate



De clavecinista
Cuando se publicó, allá por 1982, la estupenda versión de Le nozze di Figaro dirigida por Solti, hubo un aspecto (otro más) de esta interpretación que me gustó muy especialmente: el clavecín continuo. Miré en el libreto (de los LPs) y me encontré con que, inusualmente, figuraba el nombre de quien lo tocaba: un tal Jeffrey Tate, del que apenas había oído hablar como director. También descubrí que, en grabaciones anteriores, ya se había hecho cargo, igualmente con gran pericia e imaginación, del clave y el órgano continuo en buena parte de las Obras corales sacras de Vivaldi grabadas entre 1974 y 1990 por Vittorio Negri para Philips. 

Pero pronto el nombre de Tate empezaría a sonarme empuñando la batuta, y muy para bien: estaba grabando para EMI, al frente nada menos que de la English Chamber Orchestra, las Sinfonías de Mozart. Con tal éxito que acabarían siendo todas las Sinfonías del salzburgués. Muchas de ellas fueron y siguen siendo versiones referenciales. Luego abordó la grabación, también con la ECO pero ahora para Philips (1986-1992), de todos los Conciertos para piano de Mozart con Mitsuko Uchida. En mi opinión -y me consta que no es la única- solo Böhm y Barenboim han llegado a tal altura conduciendo estas obras. 

...a director
Nacido en Salisbury el 28 de abril de 1943, no le faltaron precisamente buenos maestros de los que aprender dirección, pues fue asistente en el Covent Garden londinense de Solti, de Colin Davis, de John Pritchard y de Rudolf Kempe, así como más tarde de Karajan en Salzburgo, de Levine en el Met y de Boulez en Bayreuth y en París. En 1983 llegaba al principal escenario neoyorkino para dirigir Don Giovanni y al año siguiente a París y a Londres para Ariadne auf Naxos. En 1985 Henze le encomendó el estreno en Salzburgo de su reelaboración de El retorno de Ulises de Monteverdi (grabado por el sello Orfeo). La English Chamber Orchestra, que nunca había nombrado un director titular, lo elegía para este cargo en 1985. El año siguiente se hace cargo de la dirección musical del Covent Garden y en 1989 de la Filarmónica de Rotterdam. Tareas y funciones obtenidas pese a las graves secuelas producidas por la espina bífida, que le fueron encorvando cada vez más la espalda, hasta obligarle a dirigir sentado y costándole cada vez más esfuerzo mantener erguida la cabeza. Tampoco le afectó, por suerte, haber sido uno de los primeros músicos muy conocidos en haber hecho pública su homosexualidad. 

Para seguir disfrutando de su arte disponemos de las filmaciones de algunas Sinfonías y varios Conciertos de Mozart con Uchida o de un Falstaff en Ginebra (1986) protagonizado por Ruggero Raimondi. Y, en discos, de -además de los citados- un fenomenal Hänsel und Gretel de Humperdinck (EMI 1990), una Arabella con Kiri Te Kanawa (con la que grabó los Cantos de Auvernia de Canteloube y recitales), Lulu de Berg/Cerha con Patricia Wise, la Novena Sinfonía de Schubert y Los cuentos de Hoffmann con la Staatskapelle Dresden, La muerte y la doncella de Schubert/Mahler, Peer Gynt de Grieg con la Filarmónica de Berlín, El sueño de una noche de verano de Mendelssohn en Rotterdam, los Conciertos para trompa de Mozart y de Strauss con Vlatkovic, las Sinfonías más una impresionante Obertura Cockaigne de Elgar con la Sinfónica de Londres, El burgués gentilhombre y Metamorfosis de Strauss con la ECO, sendos discos de escenas de Wagner con Cheryl Studer y con Deborah Voigt, recitales con Hendricks, Baltsa, Fleming y otras destacadas voces... En fin, grandes logros en música de muy diferentes autores. El 2 de junio de 2017 moría en Bérgamo, a los 74 años de edad, dos días después de que otro sobresaliente director, Jirí Belohlávek, falleciese también, este en su ciudad natal, Praga, a los 71 años. 

6 comentarios:

  1. Muy instructiva esta semblanza. Gracias.

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  2. Menciona de pasada a Jirí Belohlávek... ¿Tiene pensado hacer una reseña? También creo que ha sido un director injustamente apartado del podio de los grandes.
    Gracias por este apunte de Tate.

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    1. La verdad, no me importaría hacerlo, pero para ser sincero no conozco bien su discografía. Le escuché en el Real una ópera de Janácek que me gustó mucho, y en disco le conozco poco más que sus estupendos Dvorák: las 9 Sinfonías, los 3 Conciertos, las Danzas eslavas y el Stabat Mater. También he oído a varios amigos elogiar su Tristán en Glyndebourne. Y de él poco más sé. Gracias.

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  3. Tiene grabados los conciertos de Beethoven con Paul Lewis al piano. A mí me gustan, a pesar del ímpetu, a veces excesivo, del pianista (Harmonia Mundi) Y sí, entendió muy bien a Dvorak, pero también me gustaron los conciertos para trompa de Strauss, en una grabación ya antigua (Supraphon) Creo que merece la pena, al menos, escucharlos una vez.
    Gracias y saludos.

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    1. No conozco ni sus Conciertos de Beethoven ni los de trompa de Strauss. Creo que usted puede escribir mejor que yo acerca de Belohlávek. Y seguro que a los lectores les vendrá bien saber esto que nos dice. Gracias.

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    2. No me atrevo a hacer una crítica. Sería una osadía por mi parte. Mi gusto por la música es pura pasión, sin conocimiento musical de ningún tipo.
      Sólo apuntar que en los conciertos de Beethoven saca lo mejor de la BBC, quizá algo excesivo en percusión y metales. Tal vez algo necesario para que el ímpetu de Lewis no tape el sonido de la orquesta (sí, ha leído bien) A mí me encantan, son diferentes a todos los que he escuchado. Y en los conciertos de Strauss, especialmente en el primero, logra ese sonido tan "alpino" que caracteriza, sobre todo, al primero.
      Sería, en fin, una osadía que yo intentase hacer una crítica. Si alguna vez escucha las grabaciones, y se decide, será un placer conocer su parecer.
      Un saludo cordial, gracias.

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