sábado, 27 de abril de 2019

Ashkenazy con la Philharmonia y Bashkirova en Madrid


La Orquesta Philharmonia de Londres bajo la batuta de Vladimir Ashkenazy ha visitado Madrid los días 24 y 25 de abril de la mano de Ibermúsica. Yo he tenido la dicha de asistir al segundo programa, el que más me apetecía, pues constaba de tres obras que gozan de mi predilección: la Obertura Mar en calma y viaje feliz de Mendelssohn, el Concierto No. 21 de Mozart y las Variaciones Enigma de Elgar. Ashkenazy no es solo un gran pianista, como todos sabemos, sino que desde hace cuatro décadas es también un director de mérito. Es cierto que muy variable, pero sus logros mayores son mayúsculos (baste recordar sus Sinfonías de Rachmaninov, algunas de Sibelius o su Manfredo de Tchaikovsky, entre otras muchas cosas). Sobre todo en disco, puesto que en concierto le he escuchado muchas veces, pero, a decir verdad, bastante pocas a gran altura. Ayer la introducción de la obertura anunciaba lo mejor de lo mejor. Pero al llegar el allegro las cosas empeoraron: la transparencia orquestal se resintió y hubo algunos momentos criticables, como unos timbales un poco fuera de madre y un piccolo que sonó muy por encima de lo debido. En conjunto, Ashkenazy no atinó con la maravillosa atmósfera de la pieza de Mendelssohn. Y eso que la orquesta dejó clara su extraordinaria clase.

Esta volvió a ser palpable en el Concierto No. 21 de Mozart, con una cuerda realmente excelsa. La dirección de Ashkenazy fue muy correcta y en estilo, pero un pelín cuadriculada. En el primer movimiento se produjeron ciertas desavenencias entre piano y orquesta, que desaparecieron en los dos restantes. Elena Bashkirova mostró una gran personalidad y un sonido ideal para Mozart; en algunos momentos del movimiento inicial aceleró algo más de la cuenta. Salvo este reparo, su interpretación me pareció muy hermosa: imaginativa, vital y efervescente, con sutiles cambios de humor y añadiendo una controlada ornamentación, en los tiempos extremos, mientras que en el famosísimo Andante logró un sonido plateado, pulcritud, serenidad y belleza superlativas. Me parece que, temperamentalmente, la hija del gran pedagogo de la Escuela Reina Sofía y esposa de Barenboim, tiene una cierta afinidad haciendo Mozart, mucho más que con este, con Martha Argerich. Tras los calurosos aplausos, Bashkirova ofreció como propina una extremadamente creativa y lúcida interpretación del Rondó K 485 de Mozart.

Las Variaciones Enigma tuvieron ciertos altibajos: algunas de ellas sonaron un tanto de trámite, pero curiosamente las más hermosas y por así decirlo intimistas, líricas o melódicas, en especial la genial Nimrod, fueron planificadas y degustadas con una belleza fuera de lo común. Dos pequeños peros: en variación la final, el órgano apenas se oyó, y creo que no es conveniente hacer pausas entre (casi todas) las sucesivas variaciones. La actuación de la Philharmonia fue de veras portentosa, por su extraordinaria perfección (no libre de algún fallo aislado) y brillantez, luciendo una cuerda increíble por su belleza sonora y su flexibilidad, sin duda una de las mejores del mundo, y unos solistas formidables (viola, cello, flauta, clarinete, fagot...). Por lo que he escuchado últimamente, la Philharmonia vuelve a ser (tal vez en alguna racha dejó de serlo), rotundamente, la mejor orquesta británica.

4 comentarios:

  1. Hola, Ángel:

    Ya que realizas la crítica de un concierto, te requiero, ¿conociste a Antonio Fernández - Cid, que tenía cierta mano para este modesto género literario? Ahora va a comenzar el Festival de Música y Danza de Úbeda, donde he tenido la suerte hacer buenas migas con ulteriores redactores de Ritmo, Gonzalo Pérez Chamorro y Javi Extremera... ¿Nunca te ha tentado dejarte caer por aquí?

    Saludos cordiales.

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    1. Naturalmente, conocí y tuve buena y algo estrecha relación con Antonio Fernández-Cid. Y en el Festival de Úbeda he estado varios años, aunque llevo unos cuantos sin ir. Ya veremos cuándo vuelvo para algún concierto que me tiente en especial. Gonzalo y Javi son buenos amigos, además de paisanos míos. (¡Buena cosecha de críticos musicales de Jaén!)

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  2. ¿Alguien escuchó ayer la tercera de Mahler por Lenny en NY que emitió Matesanz en RC?--fue impresionante...dice que cuando su cortejo pasó por Manhattan, los obreros, emocionados, le decían adiós, Lenny..

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  3. Hola desde Compostela. Tengo en cd esa interpretación de Lenny, y si, es de primer nivel. Un Mahleriano de altura.

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