Nueva "Cavalleria rusticana" por Muti, con Rachvelishvili, en Chicago

 

Varios lujos asiáticos

Coincidiendo con la noticia de que Riccardo Muti renueva al frente de la Orquesta Sinfónica de Chicago, el sello de la misma, CSO, acaba de lanzar un CD con Cavalleria rusticana* de Mascagni dirigida por él frente a esos conjuntos -Coro y Orquesta-, y con un reparto encabezado por una sensacional Anita Rachvelishvili como Santuzza. Su interpretación, tanto en lo vocal como en lo que se refiere a la encarnación del atormentado y sufriente personaje, me ha parecido impresionante, arrolladora y totalmente convincente; puede que otras -muy pocas- mezzos (y sopranos) me hayan gustado tanto, pero creo que más que esta, ninguna: ¡esta mujer es un portento! (fue descubierta, por cierto, ¡ay, Justo, ay Gonzalo!, por Barenboim con Carmen en La Scala). Turiddu se le ha encomendado a un tenor interesante, notable, pero un tanto lírico para lo que requiere este cometido: Pietro Pretti. He visto lo que tiene previsto cantar óperas como Ernani y Don Carlo: podría ser que se esté precipitando un poco en la evolución de su voz, que quizá no esté siendo todo lo prudente que debería: ¡son tantos los tenores arruinados por cantar antes de tiempo papeles más dramáticos de lo que les aconseja su voz! En este disco está bastante bien, sin que desde luego entusiasme, pero esto no deja de ser un disco, no estamos en un escenario: ahí habría que escucharlo. Luca Salsi es uno de los pocos barítonos actuales claramente baritonales (valga la redundancia), pero no parece ser precisamente un cantante fino, depurado; en todo caso, hay que reconocer que el papel de Alfio no exige esas cualidades en gran medida. Y muy bien tanto Ronnita Miller (Mamma Lucia) como Sasha Cooke (Lola).

 

Pero bueno, los otros puntos fuertes, fortísimos, además de Santuzza, de esta versión son los apabullantes conjuntos de Chicago -un lujo asiático- y la sosegada e imponente dirección de Muti, que mejora sustancialmente (y ya es decir) las dos versiones que le conocía: la de audio (EMI, 1980) con Caballé, Carreras y Manuguerra, y la de vídeo con Waltraud Meier, José Cura y Paolo Gavanelli (Rávena, 1996, dirigida escénicamente por Liliana Cavani. No publicada comercialmente, que yo sepa). Ahora es menos encendida, pero de mayor calado. He repasado algunos fragmentos de las grabaciones de Muti 1980 y de Sinopoli con Agnes Baltsa, Plácido Domingo y Juan Pons (DG 1990), ambas con la magnífica Philharmonia, y qué quieren que les diga, la superioridad de la Orquesta (¡y el Coro!) de Chicago es no ya manifiesta, sino incluso abrumadora: ¡qué barbaridad! La toma de sonido es muy buena. No se pierdan este disco.

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*La traducción del título de esta ópera, tan representativa del verismo italiano, es problemática. Sería algo así como "Caballerosidad campesina", o bien "Honor rural". Pero, como alguien ha apuntado, sería muy atinado llamarla en castellano (no solo en Aragón) "Nobleza baturra".