Cuatro directores: elección arbitraria
Digital Concert Hall ha regalado estas últimas semanas, a quien realizase una suscripción anual, un precioso álbum que contiene dos DVDs y un Blu-ray (conteniendo este exactamente lo que ambos) con seis composiciones de Igor Stravinsky interpretadas por la Filarmónica de Berlín (como se sabe, Digital C.H. nació para divulgar con imagen los conciertos de esta Orquesta) dirigidas por cuatro batutas diferentes.
Ya he comentado en varias ocasiones que Kirill Petrenko (Omsk, Rusia, 1972) me parece poco director para un conjunto sinfónico tan formidable. Lo sigo pensando, pero debo reconocer que las tres obras que dirige aquí de su compatriota están admirablemente interpretadas: la primera es El pájaro de fuego (completo) filmado el 18-9-2021. Con un sentido tímbrico desarrolladísimo, Petrenko acerca la partitura más que de ordinario al Impresionismo, ingrediente que sin duda está muy presente en este ballet. Me parece una de las realizaciones sonoras más perfectas e interesantes que he escuchado (mis favoritas, incluso un poco por delante de esta, siguen siendo las de Boulez con la Sinfónica de Chicago (DG 1993 y DVD TDK 2000) y con la Filarmónica de Viena (Blu-ray EuroArts 2008). El 15-2-2020 le habían registrado a Petrenko otra versión de campanillas, la de la Sinfonía en tres movimientos, rigurosamente exacta e inatacable, que tengo quizá por la que más me gusta, junto a (o muy ligeramente por debajo) de las de Klemperer/Philharmonia (EMI 1965), Solti/Chicago (Decca 1999) y Boulez/Chicago (DG 2010). Es la única interpretación con imágenes que tengo en mi colección, junto a la -algo inferior y no muy bien grabada- de Solti/Radio Bávara (DVD Arthaus 1993). Lo que más me ha sorprendido, agradablemente, de Petrenko ha sido su Sinfonía de los Salmos con el maravilloso Coro de Radio Berlín, versión muy sentida y espiritual (y en la que, por fin, deja de estar sonriendo sin cesar, algo que llega a incomodarme). Mi interpretación predilecta de esta obra -a la que tengo por una de las mayores cimas de Stravinsky- sigue siendo la de Celibidache con el Coro y la Orquesta Filarmónica de Múnich (EMI 1984).
En suma, el actual titular de esta orquesta puede ser, y es a menudo, un excelente intérprete de muy variadas músicas del siglo XX, pero es mucho más objetable en el Clasicismo y el Romanticismo. Esto es un mal muy extendido hoy entre las batutas importantes, con muy pocas excepciones. Compárese con el nivel de los grandes directores de hace medio siglo: había entre ellos numerosos intérpretes estupendos de Mozart, Beethoven, Schubert, Schumann, Brahms o Bruckner.
Poco me gusta la música del Divertimento (de El beso del hada), basado en Tchaikovsky (un amigo mío opina que Stravinsky más bien parece parodiarlo que homenajearlo…). La versión de François-Xavier Roth (Neuilly-sur-Seine, 1971), un director al no le he escuchado nada que me haya gustado mucho, y sí varias que me han disgustado severamente (¡un conocido crítico lo alababa como el mayor director vivo!) me ha parecido un poco bruta y no poco mecánica. Para mi gusto, sobra en esta publicación. De las pocas grabaciones que conozco, quizá es la antigua de Markevitch con la RTFrancesa (EMI 1954) la que más tolero. El Scherzo fantástico (1907), la primera obra relevante de su autor, está muy atinadamente interpretada por Paavo Järvi el 31-1-2020, acentuando los hallazgos personales del joven compositor aún no muy emancipado de la influencia de su maestro Rimsky-Korsakov. Aprovecho para citar las dos grabaciones que -entre las no muchas que conozco- más me gustan: Dorati/Detroit (Decca 1986) e Inbal/Philharmonia (Teldec 1991).
No podía faltar, y no falta, La consagración de la primavera (aunque yo echo en falta el maravilloso ballet Petruchka). Han incluido la versión de Sir Simon Rattle del 3 de junio de 1917. Excelente, por supuesto, pero con alguna ligera excentricidad que hace que me convenza un pelín menos que la suya, también en vídeo (DVD Avalon 2004) con esta misma orquesta. En todo caso, es una más de mis interpretaciones favoritas, que son -por orden cronológico- Markevitch/Philharmonia (EMI 1959), Ozawa/Chicago (RCA 1968), Solti/Chicago (Decca 1974), Muti/Filadelfia (EMI 1979), Markevitch/Suisse Romande (Cascavelle 1982), Chailly/Cleveland (Decca 1987), Tilson Thomas/San Francisco (RCA 1999), Barenboim/Chicago (Teldec 2001) y el propio Rattle/OFilBerlín (EMI 2013): hay muchas estupendas entre las que escoger.
Un bonus film sobre El pájaro de fuego me ha parecido de muy relativo interés. La imagen en todas estas tomas es de alta calidad, y también merece esta calificación el sonido, solo algo menos espléndido en La sacre (tal vez no es casual que sea la que más años tiene). La Filarmónica de Berlín no es seguramente, en general, la orquesta más adecuada para Stravinsky, pero está, en todos los casos, formidable, como no podía ser menos.
Otro bonus, de distinta índole:
Hace no mucho he leído a alguien que afirmaba que los primeros atriles de la Orquesta Filarmónica de Berlín son superiores en todos los casos a los de cualquier otra orquesta del mundo. Pues bien, no sé de esa ni de ninguna otra orquesta que tenga en todos sus primeros atriles a músicos superiores a todos los de las otras. Ni eso ocurre ahora ni creo que haya ocurrido nunca.
Ni siquiera a finales de los 60 la New Philharmonia, que contaba con Gervase de Peyer (clarinete), Gareth Morris (flauta), Sidney Suttcliffe (oboe), John Wilbraham (trompeta), Alan Civil (trompa) o David Corkhill (percusión). Ni tampoco la Sinfónica de Chicago, que durante unos años reunió a Dale Clevenger (trompa), Adolph Herseth (trompeta), Arnold Jacobs (tuba), Ray Still (oboe) o Willard Elliot (fagot). Recordemos también que la Orquesta de París hubo unos años en que congregó a Anabela Chaves (viola), a Claude Desurmont (clarinete), a Michel Debost (flauta) y a Maurice Bourgue (oboe). ¿Ha tenido la Orquesta berlinesa algún arpista de la talla de Xavier de Maistre, que hasta hace pocos años estuvo en la Filarmónica de Viena, en la que también ha habido y hay cellistas excepcionales? Y varios concertinos en Viena, Amsterdam, Londres o Nueva York han sido claramente superiores a varios (no a todos) de los escuchados en los últimos lustros en la -famosa y magnífica, sí- Filarmónica de Berlín. Voliviendo al violonchelo: en la West-Eastern Divan Orchestra han tocado en multitud de ocasiones dos instrumentistas extraordinarios: Kyril Zlotnikov (chelo del Cuarteto de Jerusalén) y Kian Soltani. Dudo que los haya mejores en ninguna orquesta del mundo. Más: Hermann Baumann, tal vez el mayor trompa de finales del siglo XX, no estuvo integrado en la Filarmónica de Berlín, y sí en una orquesta relativamente menor (aunque espléndida): la Sinfónica de Radio Stuttgart. Hay no pocos casos más de este tipo.
De hoy mismo también pueden ponerse varios ejemplos: hay al menos una fagotista que me parece superior a los de la Orquesta berlinesa: Sophie Dervaux (Filarmónica de Viena), y lo mismo opino de la oboísta Cristina Gómez Godoy y del tuba Thomas Keller (ambos de la Staatskapelle Berlin), tres músicos jóvenes (este último también toca en la Orquesta del Festival de Lucerna). Y hay no pocos otros instrumentistas absolutamente extraordinarios, al nivel de los más destacados adscritos a cualquier centuria sinfónica, de nombres para mí no siempre conocidos, en orquestas como la de Filadelfia o Boston, Concertgebouw, Radio Bávara, Staatskapelle Dresden, Festival de Lucerna, etc. Incluso en la Orquesta Nacional de España hay un trompetista, Manuel Blanco, que ha sido reclamado sin éxito por Riccardo Muti para formar parte de la Sinfónica de Chicago (el instrumentista de Daimiel prefiere vivir en la capital de España). En fin, que esta (lo mismo que otras pocas: Viena, Chicago o Amsterdam, por ejemplo) puede ser -está en su derecho- la formación sinfónica predilecta de alguien -y lo es, de hecho, de multitud de melómanos-, pero esa preferencia no significa que todos sus primeros atriles vayan a ser los mejores: sería confundir los deseos con la realidad.
Muchas gracias por esta crítica del álbum Stravinsky que ofrecía de manera promocional la Filarmónica de Berlín. Yo no lo tomé, y así sé lo que me he perdido…
ResponderEliminarSobre lo del tema de los mejores “primeros atriles” de las orquestas, creo que podemos llegar a un punto de equilibrio. Se podría defender, por ejemplo, que la Filarmónica de Berlín, (o la orquesta de entre las grandes que nos parezca, claro), tiene a nuestro juicio el mejor equipo de primeros atriles; quizá nombre por nombre haya orquestas que tengan solistas mejores en determinados instrumentos, pero en conjunto… Eso sí se puede defender. Y también que esos instrumentistas solistas contribuyen a mejorar ligeramente el resultado de ciertas interpretaciones que, por lo demás, tendrían un nivel relativamente inferior.
Completamente de acuerdo. Y es tal el nivelazo de los principales primeros atriles de las principales orquestas que elegir entre cuatro o cinco el grupo que más gusta es cuestión de gustos, y es muy defendible afirmar que, por ejemplo, los solistas de tal orquesta componen el equipo que cada uno prefiere.
EliminarPero, en qué quedamos, don Ángel??
ResponderEliminarEn esta misma entrada dice usted que "Hace no mucho he leído a alguien que afirmaba que los primeros atriles de la Orquesta Filarmónica de Berlín son superiores en todos los casos a los de cualquier otra orquesta del mundo. Pues bien, no sé de esa ni de ninguna otra orquesta que tenga en todos sus primeros atriles a músicos superiores a todos los de las otras. Ni eso ocurre ahora ni creo que haya ocurrido nunca."
Pero ahora, en el comentario, dice que "y es muy defendible afirmar que, por ejemplo, los solistas de tal orquesta componen el equipo que cada uno prefiere."
A ver si se aclara udted.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarRodrigo: "en todos los casos" no es lo mismo que decir que el conjunto de los solistas forman un equipo preferido. En el primer caso se está afirmando que TODOS son mejores que los de cualquier otra orquesta.
ResponderEliminarGracias por su respuesta. Aún así no queda del todo claro que no haya contradicción o conflicto en lo que usted dice, Don Ángel: el autor del texto que usted critica tiene, como usted mismo admite después, tanto derecho y autoridad como usted (o más) a emitir su opinión. O es que sólo tiene valor su opinión y la de los demás no?
ResponderEliminarTodo el mundo tiene derecho a emitir su opinión. Y yo a rebatir una que me parece desatinada, con datos y nombres propios.
EliminarMe he acordado tardíamente de una opinión mía que ya escribí aquí. El bellísimo solo de cello del tercer movimiento del Segundo Concierto para piano de Brahms nunca lo he escuchado tan bien interpretado y sonado como a la solista de la Staatskapelle Berlin Sennu Laine (con Barenboim/Dudamel, DG). Ese solo se lo he escuchado a los solistas de las principales orquestas de Europa y América, sin excepción.
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