¿Lo mejor del tenor Piotr Beczala?
El CD que acaba de lanzar
el sello Pentatone con 14 Canciones de Tchaikovsky y 12 de Rachmaninov,
con Piotr Beczala y el pianista Helmut Deutsch, me parece que es la
interpretación que más me ha gustado, que recuerde, de este espléndido tenor.
Me ha traído a la mente otro disco magnífico, el de las 17 Canciones de
Rachmaninov que Nicolai Gedda y Alexis Weissenberg grabaron para
EMI en 1969. El canto de ambos tenores es magistral, admirable, y si acaso el
sueco es algo más efusivo y apasionado aún que el del polaco, mientras que el
timbre de este suele ser considerado más bello que el del anterior (no es mi
caso: me encanta el timbre de Gedda, aunque admito que no era su mayor activo).
En cuanto a los pianistas, ambos son muy buenos y están muy en situación, si
bien Weissenberg tiende a asumir mayor protagonismo (quizá excesivo en algún
caso). Bueno, ni qué decir que las Canciones de ambos rusos son páginas de
extraordinaria belleza y enormemente sentidas.
Piemontesi lucha contra Liszt
Pentatone se ha embarcado
en la grabación de los Estudios de ejecución trascendental y la Sonata
en Si menor de Liszt. Dos monumentos erizados de escollos de toda índole. Francesco
Piemontesi sale bastante airoso de ellos, si bien no me termina de convencer. Posee
un mecanismo importante, pero quizá se quede un poco corto en ciertos pasajes;
o sea, nada extraño. Lo que ocurre es que debería correr un poco menos
aquí y allá, y el resultado mejoraría; pero sabemos que la tentación de exhibir
poderío y velocidad -sobre todo entre los jóvenes: el suizo tiene 40 años- es
fuerte. De estos excesos se resienten, quizá, el Preludio, el Molto
vivace que le sigue y Ricordanza. En cuanto a la Sonata,
menos reparos, salvo que es un tanto comedida en fogosidad, lo que le resta algo de la debida tensión.
La discografía más
recomendable sigue inamovible: Arrau para los Estudios, y para la
Sonata, Gilels, Barenboim (Erato) y Zimerman. Para mí, la
interpretación más formidable está solo en DVD: Barenboim en EuroArts (filmada en el Wahnfried de Bayreuth).
El fulgor de Yuja Wang
Deutsche Grammophon acaba
de publicar un doble CD con las obras para piano y orquesta de Rachmaninov.
Y eso que no hace mucho el mismo sello dio término a las mismas obras, con Daniil
Trifonov, la Orquesta de Filadelfia y Yannick Nézet-Séguin. A la
pianista china (n. 1987) le acompañan en la aventura la Orquesta Filarmónica de
Los Angeles y Gustavo Dudamel. Wang posee un mecanismo deslumbrante,
pero no evita dejarse llevar por él, dejando un poco en segundo término la
belleza melódica y la melancolía y el pesimismo tan típicos de Rachmaninov. Las
versiones son, de este modo, fulgurantes y brillantísimas, más que hondas. En
la Rapsodia sobre un tema de Paganini, por poner algún ejemplo, las
variaciones 15, 21 y 23 suenan exceso veloces. Dudamel -siempre atentísimo a la
compleja escritura orquestal- sigue a pie juntillas los enfoques de la solista.
Esta pianista, si madura con el tiempo, podrá llegar a ser una de las grandes.
De momento -y salvo en alguna ocasión, como, que recuerde ahora, el Concierto
para la mano izquierda de Ravel- no lo es aún, en mi opinión.
Los micrófonos priman un
poco al piano -cuyo sonido está maravillosamente recogido- frente a la
orquesta, que suele sonar un poquito en segundo plano. Un ciclo, pues,
importante, pero no excepcional. Hay no pocas interpretaciones magníficas, pero
creo que mis mayores recomendaciones discográficas siguen intactas: 1º y
2º Ashkenazy/Previn; 2º también Ashkenazy/Haitink y
Grimaud/Ashkenazy; 3º Gavrilov/Muti; y 4º y
Rapsodia Ahskenazy/Haitink.
Es curioso; pasan años y años sin que cierta obra adquiera la atención de los grandes intérpretes y, de repente, salen a la vez varias grabaciones en pocos años que la vuelven a poner en el mapa. En el caso de los Estudios de ejecución transcendente, creo que desde que se lanzó Trifonov ha debido de haber un interés repentino en muchos pianistas por grabar el ciclo íntegro, no sólo los dos o tres estudios más conocidos. Y me parece que irá a más, porque la versión de Yuchan Lim despertó mucho interés…
ResponderEliminarEstoy escuchando en estos momentos la Sonata en si menor de Liszt de Piemontesi. En efecto, no llega realmente a la cumbre, (¿cómo podría hacerlo? ¡hay tantísima competencia!), pero me parece mucho más lograda que otras versiones de supuestas “estrellas rutilantes” del piano que en su día se recomendaron mucho, (Yundi Li, una de mis primeras decepciones con el criterio de algunos críticos). En el caso de Piemontesi, no creo que le falte pasión, más bien le falta poso para terminar de dar a la obra el reposo que merece. Algo parecido a lo que comentas de los Estudios…, (aunque esos no los he escuchado).
Tras leerte, he procedido a escuchar a Yuja Wang. Y efectivamente el mecanismo es infalible, pero el resto me resulta muy aséptico, todo en su sitio, pero no hay lugar para la ensoñación, el respiro, el fraseo, la intensidad.. cierto es que el sonido es muy bonito, y como bien comentas, el piano está destacado en la grabación, en exceso. Las recomendaciones que citas, la comparto a pies juntillas. Si se prefieren interpretaciones virtuosísticas, se puede acudir a Kapell o Janis, que en algunos momentos son tan infalibles como ella, aunque cierto que en grabaciones antiguas y con peor sonido, pero sorprendentemente bien resueltas desde el punto vista pianístico.
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