viernes, 13 de septiembre de 2024

¡Qué buen director... de banda militar!*

 

¡Pobre Mozart!

Esta mañana he escuchado en Radio Clásica el final de un concierto de los Proms londinenses de este verano. En concreto, el 4º mov. completo de la Sinfonía 41 “Júpiter” de Mozart. A toda leche y a mazazo limpio. Resultó ser el Ensemble Resonance dirigido -a bastonazos, imagino- por Riccardo Minasi. Ante los encendidos aplausos recibidos (lo siento: ¡qué poco criterio suelen tener los públicos en su conjunto!) tocaron de propina el finale de la Sinfonía 35 “Haffner”: igual. A toda leche y a mamporrazos; la consigna que debía de tener el timbalero sería, imagino: “¡Endíñale todo lo fuerte que puedas!” El caso es que Minasi parece tener muy buena técnica. ¡Ya podía ir parejo su gusto musical!... Y es el caso de muchos músicos del llamado historicismo (bien informado). Cada dos por tres escucho en la radio horrores de todo tipo, de quienes ya no se contentan con atentar contra los barrocos y a los clásicos, sino que se adentran de lleno en el Romanticismo… (he leído que Jordi Savall va a dirigir alguna Sinfonía de Bruckner. Tiemblo).

Lo cierto es que buena parte de las audiencias deben de creer que Mozart, Haydn, Beethoven y tantos otros deben ser, son así. ¡No tienen ni la más remota idea de lo que se pierden!

*Pido perdón a los directores de banda militar, que los hay muy buenos. Pero ustedes me entienden… y, por cierto, la locutora ha dicho que la Sinfonía concertante para violín y viola es el K 634. Estaría compuesta algunos meses después del Requiem (K 626), quizá desde el otro mundo... 

5 comentarios:

  1. Cierto, Ángel. He podido escuchar alguna interpretación del conjunto de Riccardo Minasi y creo que no exageras en lo que hace. Y precisamente estaba escuchando la Sinfonía 36 "Linz" en estas dos versiones. https://youtu.be/OkdJVrDATrk?feature=sharedhttps://youtu.be/I6ExYOB_OwY?feature=shared. Conste que la versión de Gardiner no me parece mala, y aunque el timbalero también está "on fire" los tempi dan la impresión de ser más moderados que los empleados por Kleiber...

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  2. https://youtu.be/I6ExYOB_OwY?feature=shared . La interpretación que faltaba de Gardiner.

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  3. Las interpretaciones históricamente informadas, auténticas, con instrumentos de época, sonido original... y demás coñas publicitarias, no son más que adaptaciones al gusto posmoderno. De ahí todos esos manierismos con que aliñan las obras que interpretan, uno de los cuales consiste en correr a lo loco acentuando el ritmo a golpetazos. La gracia de esta ejecución de Mozart fue darle una pátina de música máquina. Por eso el público aplaudió a rabiar, porque el chumba-chumba mola y es tan posmoderno como la velocidad. Claro que también podría ser que el público, lejos de estar depravado, aplaudiese porque el bodrio acústico ya se había terminado. Vete a saber.
    La cuestión es que hay tantos grupillos musicales compitiendo por hacerse oír en el mercado que tienen que distinguirse en algo y compiten en velocidad en los tiempos rápidos, a ver quién dura menos, y en languideces y melindres estilo new age, en los lentos.
    Gardiner es gloria comparado con estos avanzados de la postmusicalidad. Dispone de una excelente orquesta y un coro aún mejor, pero a mí, personalmente, me resulta insufrible por su vacuidad. Suena bien, pero detrás no hay nada.
    En cuanto a Savall, el 12 de septiembre ha dirigido, en Linz, la Sinfonía 0 de Bruckner junto a la 8 de Schubert y la Sinfonía Zwickauer de Schumann, también inacabada. Ejecuciones supongo que con gran éxito de público y crítica, porque el macizo prestigio de este señor no admite otra cosa. El caso es que estas ejecuciones volverá a perpetrarlas en el Auditori de Barcelona el 16 de octubre, con el reclamo habitual de “El sonido original”, y con más éxito, si cabe.

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    Respuestas
    1. Sí Joso, no le quito razón en lo que dice. Pero tenga en cuenta que "el sonido original" está en buena medida determinado por el instrumental de la época. Si la orquesta que utiliza C.Kleiber tocara junto a la de Gardiner, sólo apreciaríamos el sonido de la primera. Yo creo que son mundos distintos en el que las orquestas poseen un equilibrio interno diferente, utilizando afinaciones y fraseos dispares. La orquesta moderna y los instrumentos han evolucionado mucho, y además, las plantillas instrumentales han aumentado considerablemente, lo que se traduce en un sonido más denso, rico y aterciopelado. Por contra la sonoridad de los instrumentos originales quizás permite apreciar mejor los distintos planos sonoros y en teoría conseguir un sonido más cercano a la época del compositor. Luego habrá conjuntos en ambas vertientes que se acerquen en mayor o menor medida al hecho artístico, y es ahí donde se plantea la cuestión, esa es la madre del cordero.


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