En el Covent Garden, con Agresta, Vratogna y Pappano
Como se sabe, el famoso tenor
alemán interpretó por primera vez el exigente papel protagonista de la
penúltima ópera verdiana en el Covent Garden el pasado junio de 2017. Yo no
pude asistir a ninguna de aquellas representaciones, pero ahora ha sido
divulgada la filmación de alguna de ellas, con una calidad de sonido e imagen
suficientes como para poderla comentar. Otello es seguramente el papel más
exigente de toda la producción verdiana, y no solo -que también- por su
dificultad vocal, sino en no menor medida por la tremenda dificultad que supone
encarnarlo con toda credibilidad, interpretándolo y actuándolo. La expectación
despertada era enorme, pero hubiera sido casi milagroso que el gran tenor
pudiese tocar fondo en una primera aproximación. No, no lo hizo. Aun así, es de
admirar lo gran cantante y lo gran artista -artista completo, sobre todo por su
musicalidad- que es este tenor nacido en 1969. Tras su obligado retiro a causa de una
seria afección vocal, no se sabía muy bien en qué estado reaparecería. Quizá no
está tan pletórico como antes, pero bien podría ser que se mostrase un poco
reservado por temor a fallar o a desfondarse. En resumen, su interpretación me
ha parecido muy notable desde cualquier punto de vista, pero es también
evidente que este papel le supera un tanto, de momento: su legato y sus medias voces siguen siendo muy de admirar; le falta
sin duda algo de squillo a su voz
para ser un Otello ideal; en los pliegues psicológicos del personaje no ha
ahondado tanto como puede pedirse, e incluso como actor le falta algo de la
gran credibilidad que suele mostrar. Tal vez sea cuestión de tiempo que llegue
a subsanar algunas -o todas- estas carencias.
He hecho algo que no le ha
beneficiado en absoluto: comparar varios fragmentos con los de la anterior
versión en el mismo coliseo en 1992 -en el DVD de Opus Arte- en el que Plácido
Domingo encarnó el quizá más convincente de cuantos Otellos le hemos escuchado
o visto, junto a Kiri Te Kanawa, Sergei Leiferkus y Sir Georg Solti (escena de
Elijah Moshinsky). Si ya sabía yo de sobra que el tenor madrileño había
redondeado en esa ocasión (yo estuve presente en el teatro) el más grande
Otello que he escuchado jamás, en directo, grabado o filmado, tras hacer las
comparaciones Plácido se despega absolutamente hasta el Olimpo. Desde el
"Esultate!" en el que no solo la voz es más restallante, sino sobre
todo que Domingo lo dice, lo expresa con una intensidad arrebatadora. Hasta el
"Niun mi tema" final, donde el madrileño sobrecoge y desarma por su
tremenda sinceridad, muy por encima del alemán. No, por ahora no hay
comparación posible.
Desdemona fue encomendada a
una de las sopranos italianas más apreciadas de la actualidad, Maria Agresta,
que estuvo francamente bien por sus intenciones y su realización, si bien queda
por debajo de lo excepcional -que habría que reservar para Freni, Caballé o
Kanawa- a causa quizá de un caudal no todo lo maleable que desearíamos: la regulación
de la voz, sobre todo en el pianissimo,
no encandila. Creo que actualmente Anja Harteros o Anna Netrebko lo podrían
hacer mejor. Pero el borrón de la versión que comento estuvo, claramente, en el
Iago de Marco Vratogna, un barítono que simplemente no da la talla. En ningún
aspecto. Una lástima. Me parece que fue una sustitución de Ludovic Tézier, que
seguramente habría estado mucho mejor. Por no hablar de Carlos Álvarez, seguro
que el gran Iago actual. El resto de los personajes estuvo bien servido, así el
Cassio de Frédéric Antoun, el Lodovico de In Sung Sim o la Emilia de Kai
Rüütel.
El Coro de la Royal Opera
House, preparado por William Spaulding, no estuvo tan bien como en otras
ocasiones -también su dificultad, sobre todo en "Fuoco di gioia", es
muy grande-. Pero lo cierto es que preparado por Renato Baldasonna solía rendir
a más nivel. Creo que también la Orquesta estuvo algo menos bien de lo
habitual; o sea, muy bien. Pero lo que me parece más claro es que Antonio
Pappano no ha estado a su altura, que en Verdi suele ser extraordinaria.
Correctísimo, sin nada realmente que achacarle, no hay más que medirlo con
Solti (en la citada versión con los mismos conjuntos) o con Barbirolli (CD EMI,
1970) para darse cuenta de que estos dos sí son verdaderamente formidables. De
la escena, nada descabellada, de Keith Walter diré poco: escueta, casi austera a veces, me ha
convencido bastante poco, aunque no carece de algún hallazgo interesante aquí y
allá. En definitiva: si este Otello
se comercializa en imágenes, como parece, no es para salir corriendo a
comprarlo. En DVD, el de Domingo/Solti le va a dar sopas con honda.
Estimado Ángel:
ResponderEliminarSobre Otellos emblemáticos, ¿qué opinión le dejan las lecturas de Ramón Vinay?
Pregunto porque mis versiones favoritas de la ópera, además de la lectura de Barbirolli (1970), serían las de Toscanini (1947) y Furtwängler (1951), ambas con el mayor tenor que ha dado Chile.
Saludos afectuosos, como siempre!
A mí Vinay es quizá el Otello qu más me ha gustado de los anteriores a Domingo que haya yo escuchado. Lo prefiero a Del Monaco y a Vickers.
EliminarMe parece a mí que el trono de Vickers seguirá desierto por un buen tiempo...
ResponderEliminarSiento disentir: el "trono" de Vickers no lo veo; no me creo su Otello, por lo demás bastante bien cantado. Cantado, no interpretado.
EliminarPues a mí me chifla... Es curioso que un director más bien lírico como Karajan optara por Otelos heroicos (Del Monaco, Vickers) mientras que un director más bien épico como Solti optara por Otelos líricos (Cossutta, Pavarotti).
EliminarSí, es curiosa la comparación entre Karajan y Solti en sus grabaciones de Otello. Cossutta, por cierto, me parece un Otello bastante aceptable. Pero puedo revelar que Solti grabó esa ópera con Pavarotti por puro compromiso, casi "obligado" porque no "creía" en él y, en efecto, quedó muy descontento de su actuación. Les advirtió a los jerarcas de Decca que no volvieran a contar con él para dirigir al celebérimo tenor modenés.
EliminarPues a mí el Otelo de Pavarotti me gusta. Y Solti contó con él para su despedida de Chicago en una versión concierto: https://elpais.com/diario/1991/04/11/cultura/671320803_850215.html
EliminarCada uno es muy dueño de tener sus gustos.
EliminarSolti, o bien "contó con él", o bien Decca le "persuadió" para que lo hiciera, dado que ese Otello discográfico vendió muy por debajo de las expectativas. Lo de que Solti no quería volver a grabar con Pavarotti lo sé de muy buena tinta.
No he escuchado el blu-ray. Sí estuve en el teatro el día del estreno y vi la retransmisión de la BBC grabada unos días más tarde. A mí la orquesta, el coro y la dirección de Pappano me parecieron excepcionales. Kaufman muy bien, pero con margen de mejora, como bien dice usted. Agresta mejor que en el Trovatore de unos meses antes, globalmente muy bien. Vratogna claramente no dio la talla, pero en el teatro se le aplaudió bastante: estuvo convicente (si bien algo monocorde) en su actuación y el público era consciente de que había reemplazado a Tezier con los ensayos ya en marcha. La puesta en escena me pareció poco imaginativa, con detalles tan manidos como los grafitis con frases de la ópera (Desdémona Rea!) o los saltimbanquis.
ResponderEliminarCarlos.
Muy de acuerdo en líneas generales, salvo en lo que a la dirección de Pappano se refiere: fue muy buena, pero abiertamente inferior a lo mejor que he escuchado. Y, que yo sepa, el blu-ray aún no se ha publicado (creo que sucederá...)
EliminarMario Del Monaco tenía vozarrón, ferocidad y un impactante timbre metálico. Era dramático. Sin embargo, su voz carecía de sutilezas y matices. Y aunque no tenía voz de viejo o falta de dicción como otros no italianos que intentaron cantar Otello (no me refiero al empresario español que canta todo), sus interpretaciones en vivo (427 veces en total) y en estudio le pintan como a un toro salvaje, por lo brutal. Lo que me duele muchísimo, ya que me resta optar por el Otello más equilibrado de todos -según mi juicio-, a saber: El de Kleiber en vivo de 1976.
ResponderEliminarUna de las grandes "tragedias" del Otello se debió a una sincera amistad. Las carencias de Del Monaco para el moro veneciano las hubiera suplido Franco Corelli con sus matices, diminuendos, malabares, etc.. Pero Corelli se negó a cantar Otello para no desairar a su volcánico amigo. ¿Un caballero de los de antes? Corelli fue uno de los que portó el féretro de su amigo en 1982.
Si Corelli cantaba Otello, el iracundo Del Monaco habría enloquecido. Pero a Vinay no le importó cantar como Iago junto a Del Monaco como Otello (Dallas 1962, grabación a la venta en Amazon).
Sólo podemos apreciar su dúo de amor con Teresa Żylis-Gara y Karl Böhm en 1972, cuando ya empazaban a amainar sus capacidades vocales y, sin embargo, nos deleita con un moro matizado, equilibrado y romántico. Escuchar aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=_QyQYf2x-TY
¡Una lástima! A mi gusto, la grabación ideal en estudio habría de ser:
1) Año de grabación: de 1961 a 1965.
2) Sello discográfico: Decca.
3) Director: Serafin o Karajan.
4) Orquesta: Filarmónica de Viena.
5) Coro: Teatro de La Scala o Academia Nacional de Santa Cecilia.
6) Otello: Franco Corelli.
7) Desdémona: Mirella Freni.
8) Iago: Ettore Bastianini.
Recordemos que Karajan luchó para que Corelli cantase Otello en los Festivales de Salzburgo de 1962, pero ante la negativa de éste, tuvo que recurrir al canadiense. Y Del Monaco lo cantó con Karajan en 1957 (quizás, algún día sea editado por Orfeo u otra discográfica).