domingo, 18 de septiembre de 2022

Tres pianistas: Igor Levit, Alexandre Kantorow, Bernd Glemser

 

“Tristan”, nuevo álbum de Levit

Sony vuelve a lanzar otra grabación de su pianista estrella, Igor Levit, sigo pensando que bastante sobrevalorado. Este doble CD propone un programa extraordinariamente curioso. Comienza con el hiperfamoso Tercer Sueño de amor de Franz Liszt. En una versión algo rápida y escasamente poética, por cierto. Duraciones de las versiones que más me gustan: Rubinstein: 4’32”; Barenboim: 4’35”; Arrau: 4’57” (Levit: 3’54”).

Sigue Tristan, de Hans-Werner Henze, singular y ambiciosa composición de 1973, articulada en seis partes, para piano, cinta magnética y orquesta, de más de tres cuartos de hora de duración. Solo he escuchado la versión dirigida por el autor, con Homero Francesch de solista (DG 1975) y, sinceramente, no me considero capaz de decir nada con fundamento tras compararlas. Supongo que ambas son más que buenas…

Viene luego el Preludio I de Tristán e Isolda de Richard Wagner transcrito para piano no por Liszt (quien sí adaptó la Muerte de Isolda), sino por Zoltán Kocsis. Quizá es en parte culpa del arreglo de este pianista húngaro, pero lo cierto es que me parece que ese Preludio es poco pianístico, y que, desde luego, a Levit se le cae, se le viene abajo: no consigue -a base de un sabio legato que no acierta a desplegar- darle continuidad, que se pierde al escucharlo. El propio Kocsis (Philips, 1981), con un tempo menos moroso (9’35” en vez de 10’50”) lo defiende mucho mejor. 

Al menos tan desafortunado -quizá aún más- me parece el arreglo para piano del Adagio inicial de la Décima Sinfonía de Gustav Mahler realizado por Ronald Stevenson. Aquí no es que “se pierda” el que lo escucha, es que apenas se reencuentra con la página orquestal que conoce. El letargo que le imprime Levit se hace muy cuesta arriba.

El programa termina con el undécimo de Estudios de ejecución trascendental de Liszt, Harmonies du soir, en mi opinión una de las piezas pianísticas más geniales de su autor. Está muy bien tocada -faltaría más- y es quizá lo mejor del disco, pero ocurre algo que no sé explicar, y es como un excesivo distanciamiento, una extraña frialdad. Lo que, desde luego, no me sucede escuchando a Sviatoslav Richter, a Claudio Arrau o a Evgeny Kissin. 

Se trata, por tanto, “Tristan” de una publicación difícil, poco sustanciosa y -perdón, pero es lo que pienso- un tanto pedante. Quienes escuchen el álbum tienen fácil, creo, el tedio.

 

Alejarse de su padre

He escuchado últimamente algunas grabaciones de Alexandre Kantorow (Clermont-Ferrand, 1997) y, la verdad es que, pese a su juventud, se confirma como un pianista de gran proyección. Liszt, Brahms, Tchaikovsky, Balakirev, Saint-Saëns, Rachmaninov, Bartók… Su dominio técnico (o, mejor, su mecanismo) es imponente, deslumbrante, y tiene una cabeza francamente bien amueblada.

Pero… su padre, el violinista Jean-Jacques Kantorow (Cannes, 1945), no es un gran director, y está malogrando varios de los discos de su hijo. Ya sé que es difícil y desagradable decir esto, pero creo que es así: por muy comprensible que sea que su padre quiera dirigir a su hijo, debería dejar paso -en las grabaciones, al menos- a otros directores mejores que él, sobre todo en repertorios en los que no se encuentra cómodo (en Saint-Saëns se desenvuelve mejor que en Liszt, por ejemplo. Además, la Tapiola Sinfonietta, con la que suelen trabajar, es una orquesta de cámara, insuficiente para estos y otros autores).

 

Y Bernd Glemser 

Hay otro pianista del que bien poco sabía y que me ha dado una muy buena impresión en lo que le he escuchado últimamente. Nacido en Dürbheim, Alemania, en 1962, en 1987 obtuvo el tercer premio en el Concurso de Santander, si bien quedó primero en otras importantes competiciones. 

Graba para Naxos y Oehms y todo me ha dado muy buena impresión: Bach (transcripciones de Busoni, Rachmaninov y otros), Haydn (5 Sonatas en modo menor), Mendelssohn (Romanzas sin palabras y otras piezas), Chopin (Baladas, Scherzi), Schumann (Estudios sinfónicos, Fantasía), Tchaikovsky (los Conciertos), Scriabin (Sonatas), Rachmaninov (los Conciertos y la Rapsodia Paganini), Prokofiev (las Sonatas)… Parece que ahora se dedica sobre todo (o exclusivamente) a la enseñanza. Es un pianista sólido y muy sensato, sin excentricidades o exhibicionismos, que parece querer servir fiel y humildemente las músicas que toca. Y suele conseguirlo. La verdad es que hay muchos pianistas sobresalientes, y me temo que, como concertistas, no hay trabajo para todos ellos: una pena, pues nos perdemos a muchos a los que nos gustaría conocer.

8 comentarios:

  1. He aquí un error muy extendido sobre Beethoven, que hoy me ha recordado Radio Clásica (porque lo han cometido, una vez más): "compuso tal obra en 1800, es decir a los 30 años de edad". Casi con seguridad tenía un año menos, cada vez que se hace la cuenta de que, como nació en 1770... ¡Pero es que nació el 16 de diciembre de ese año! Es decir, que solo en el caso de que tal obra hubiese sido compuesta (o terminada) en el breve lapso que va del 17 al 31 de diciembre sería cierta esa afirmación: o sea, estadísticamente, solo en un caso de entre 26 o 27 casos.
    De entrada, hay que pensar que si tal obra es de 1812, Beethoven no tendría 42 años, sino 41 (salvo dato preciso, en contra, claro...)

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  2. Sobre el disco de Levit, que no he escuchado, se le ha olvidado nombrar a la orquesta y director que intervienen en la obra de Henze. Se trata de la Gewandhausorchester Leipzig dirigida por Franz Welser-Möst.

    Saludos.

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    1. Gracias por las reseñas de los discos. A cerca de Bernd Glemser, me parece una pianista muy serio y cabal como apuntas. Quizá no un interprete genial, pero su grabación del concierto 3 de Rachmaninov (con Antoni Wit) me parece directamente una de las mejores de toda la discografía. Saludos

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    2. Vaya: ese Tercero de Rachmaninov no lo he escuchado. Lo intentaré. Gracias por el soplo.

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    3. Un aviso, Glemser tiene dos grabaciones del tercero. La buena a la que me refiero, es la que grabó con Antoni Wit. Espero que le guste.

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  3. Hasta el domingo día 25 no podré atender este blog; me voy sin ordenador ni internet.

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  4. Acabo de ver que está programado para el 24 y el 25 de octubre en Berlín el Primer Concierto de Liszt por Alexandre Kantorow dirigido... no por su padre, sino por... Daniel Barenboim. ¡Ojalá la enfermedad que sufre este gran maestro le permita actuar esos días!

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