Sinfonía
nº 41 en Do mayor, K. 551 “Júpiter”
(Allegro vivace; Andante cantabile; Allegretto;
Molto allegro)
La Sinfonía
“Júpiter”, última de las alrededor de cuarenta compuestas por Mozart, puede
ser considerada la culminación y la cima de su producción en este género. Sobre
la experiencia previa de Haydn (quien, por otra parte, le sobrevivió en la
composición de sinfonías), su gran continuador aprendió con rapidez, pero se
“independizó” considerablemente del autor de La Creación conformando pronto obras de estilo personal. Incluso,
al final de su vida, escaló con grandes zancadas en las tres o cuatro últimas
sinfonías unas cimas puede que más elevadas aún que las conquistadas por el más
paciente Haydn. Quien, no obstante, ha legado a la posteridad casi medio
centenar de sinfonías magistrales frente a la docena de Mozart.
Sus tres últimas
sinfonías surgieron en el lapso increíblemente breve de unos dos meses, pues
están fechadas los días 26 de junio, 25 de julio y 10 de agosto de 1788. La
última requiere dos trompetas y los casi “correspondientes” timbales, pero no
clarinetes. El primer movimiento, indicado Allegro vivace, sin introducción
como la precedente, irrumpe, al modo de muchas oberturas italianas, con tres
perentorias afirmaciones: primera de las tres partes del primer grupo temático;
la segunda es como una quejumbrosa respuesta en los violines, a la que sigue
una fanfarria. El segundo tema es una suave, noble y elegante réplica de los
violines, y el tercero posee el carácter de un aria italiana levemente bufa:
está extraído del aria de concierto Un bacio di mano, K 541. Sobre este
último recae la mayor parte del peso de la sección de desarrollo, realmente
magistral –en lo formal y en lo expresivo- aun teniendo en cuenta el altísimo
nivel acostumbrado en Mozart.
Otros tres
grupos temáticos generan el Andante cantabile (con trompetas y timbales
en silencio y cuerdas con sordina): el primero y el tercero expresan gran
serenidad –no exenta, desde luego, de melancolía- , y el segundo, a modo de
interrupción de la misma, introduce un elemento de punzante ansiedad emocional
que disturba la paz disfrutada. Cada uno de ellos es desarrollado, pero no en
el orden en que fueron enunciados y tampoco de forma convencional. El sosiego y
la amargura, que aparecen alternativamente aunque siempre dentro de una
resignada aceptación, son particularmente hondos y emotivos.
El Allegretto
constituye una verdadera transfiguración del minueto. Hace gala de una finura y
una sutileza tímbrica y armónica realmente asombrosas. Tras una primera sección
de infinita dulzura afectiva, el trío se anticipa al tema principal del Finale
(Molto allegro), que es uno de los movimientos sinfónicos más
portentosos de su autor, por no decir el que más. No en forma de una fuga como
a veces se ha dicho, sino de sonata, sobre no menos de cinco temas, con pasajes
fugato tanto en la exposición como en el desarrollo y en la extensa y
magnífica coda. Esta última constituye un auténtico “tour de force” que
concluye triunfal y festivamente, con protagonismo de trompetas y timbales, del
mismo modo que los compases finales de La
flauta mágica. La complejidad estructural y la riqueza de estados anímicos
de este Molto allegro son imponentes, y sin embargo no hay en él rastro
alguno de artificiosidad: logro privativo de uno de los mayores genios de la
historia de la música.
El sobrenombre
de “Júpiter”, como ocurre tantas veces con ellos, no se debe al autor, sino al
empresario Salomon (el que llevó a Haydn a Londres) o al inglés John Cramer. En
todo caso apareció dos o tres décadas después de la muerte de Mozart y no suele
discutirse su acierto, sobre todo por lo que se refiere a su magnificencia
olímpica, pero también a la grandiosidad de su comienzo o al desarrollo
contrapuntístico en su Finale.
Verdaderamente,
da la impresión de que Mozart sabía que la “Júpiter” iba a ser su última
sinfonía: o bien no pensaba componer más o, más probablemente, intuyó que una
temprana muerte se lo iba a impedir. Pero lo cierto es que volcó en ella, a
modo de compendio y culminación, todo su inmenso saber.
Sinfonía No. 41, Do Mayor, K 551 "Júpiter" (1788):
discografía
1942
DG Karajan/OSinfRAITurín 07’40+07’59+4’16+05’55 5/5
1943
Orfeo Böhm/OFilViena 07’59+09’23+5’12+06’01 8/5
1950
Decca Böhm/OFilViena 07’56+08’12+4’19+06’36 8,5/5
1951
RCA Toscanini/OSinfNBC 07’42+06’42+4’23+05’52 4/5
1956
¿? Gielen/OSinfViena 09’53+07’24+4’18+06’26 6/6
1958
EMI Beecham/ORoyalPhilharmonic 08’42+09’04+5’53+06’25 6,5/6,5
1960 Sony Walter/OSinfColumbia 08’52+09’10+5’10+07’11 9,5/7
1961 DG Fricsay/OSinfViena 08’24+09’42+4’55+06’23 8/7
1961 Philips Jochum/OConcertgebouw 11’31+08’52+4’32+08’39 9/7,5
1962 DG Böhm/OFilBerlín 07’38+07’40+5’24+06’25 7,5/7
1963
Decca Karajan/OFilViena 08’28+08’19+5’06+06’16 6/7
1963 EMI Klemperer/OPhilharmonia 09’17+09’08+4’48+06’45 9/8
1964 Sony Szell/OdeCleveland 08’18+07’32+4’35+05’58 7/7,5
1965 Decca Giulini/ONewPhilharmonia 08’55+07’26+4’33+06’38 8,5/8
1966 EMI Kubelik/OFilViena 07’41+07’15+5’16+06’14 8,5/7
1967 Sony Casals/OFestivalMarlboro 09’14+08’48+5’01+06’44 8/6,5
1969 EMI Barenboim/EnglishChamber 08’48+09’28+5’22+11’46 9/8
1970 Eterna Otmar Suitner/StaatskDresden 07’42+08’10+4’13+08’03 7/7
1973 DG Jochum/OSinfBoston 08’23+09’00+4’43+08’41 8,5/8
1973 Philips Krips/OConcertgebouw 12’32+08’15+5’24+06’49 9/8,5
*1973 DG Böhm/OFilViena 08’00+07’22+5’20+06’10 7,5/8
1977 DG Böhm/OFilViena 08’07+07’45+5’43+06’48 8/8
1981 RCA Levine/OSinfChicago 11’05+10’23+4’28+11’07 6/8
1981 Sony Kubelik/OSinfRadioBávara 11’30+08’00+5’06+06’38 8/8
1982 Philips C.Davis/StaatskapelleDresden 12’04+08’58+5’14+08’41 9/8,5
1984
EMI Barenboim/OdeParís 11’53+12’37+5’17+12’22 9,5/8
1984 EMI Tate/EnglishChamber 11’48+09’16+5’15+09’13 9/8
1985
DG Abbado/OSinfLondres 12’22+08’34+5’12+08’56 7/7
1985 DG Bernstein/OFilViena 11’58+09’12+5’16+11’43 9/8,5
1985
Decca Solti/OCámEuropa 08’22+08’32+5’22+06’27 10/9,5
1990 Virgin Menuhin/SinfoniaVarsovia 11’06+08’15+4’33+08’25 7/8,5
1991 RCA Paillard/EnglishChamber 07’51+08’26+4’48+06’38 8/7
*1991 Philips Muti/OFilViena 11’55+12’18+4’50+08’35 8/8
*1991Arthaus Tate/EnglishChamber 11’13+08’40+4’55+08’50 10/8
1993 Philips Muti/OFilViena 11’43+11’45+4’57+11’49 8,5/8,5
1996
Decca Végh/CamerataAcadMozarteum11’43+08’03+4’44+06’42 9/9
1998
Sony Giulini/OFilBerlín 10’07+10’03+5’26+07’20 8,5/9
2003
Warner Perlman/OFilBerlín 11’35+08’40+4’43+11’21 9/9
2009
Ambroisie John
Nelson/EnsOrchParís 11’08+10’09+4’14+11’42 7,5/9
2012
WP Barenboim/OFilViena 08’26+08’25+4’50+11’30 9/8
2015 Barenboim/WEDO (Ginebra) 08’15+08’40+3’37+11’43 9/8
2018? BR Blomstedt/OSinfRadioBávara 10’58+10’33+5’09+11’47 8,5/8
*2023 LaScala Barenboim/OFilScalaMilán 09’02+10’07+5’05+13’57 10/9
Estimado D. Ángel. Gracias de nuevo por compartir y dejarnos aprender. Coincido con usted en Tate, Vegh, Walter como enormes Mozartianos. Me pregunto si conoce la versión de Giulini/Berlín una interpretación muy personal, un tanto lenta pero tremendamente musical. En las antípodas de esta versión la de John Nelson/ Orquesta París, fresca, ligera, pero válida y técnicamente virtuosa. La verdad, siempre acabo al final en Barenboim... Es escuchar el inicio y ver al Comendador. Que tremendo es este músico.
ResponderEliminarLa versión de Giulini con la Filarmónica de Berlín es en mi opinión, como otras grabaciones (no todas) del último Giulini, bellísima, pero bastante discutible, no solo por sus tempi, sino sobre todo por una expresión abiertamente romántica en la que peligra la adscripción estilística. Musicalísima, sí, por supuesto, pero quizá un poco demasiado sentimental.
EliminarLa de John Nelson no la conozco, y no parece que tenga fácil acceso a ella. Pero tal y como la describes (¿ligera?), tengo mis dudas de que me guste mucho...
En cuanto a la grabación de Barenboim con la Orquesta de París, me resulta inexplicable que EMI no la haya pasado a CD: es una auténtica maravilla, superior a la de la English Chamber y a las que le he escuchado con la Orquesta del Diván y la Filarmónica de Viena.
EliminarCierto. Giulini se sale probablemente de estilo, pero es de tal humanidad y belleza que se lo perdono. La de Nelson, igual le sorprende, seguramente "ligera" no es el termino adecuado, solo que echo en ocasiones algo de vigor, pero cierto es que los contrastes, los contrapunto, la trasparencia, la danza, están.. Lo compré hace tiempo en Amazon, del sello Naive, muy bien grabado por cierto. Seguramente en las plataformas habituales Spotify, Tidal, Apple Music, Amazon Music, Qobuz, Deezer ...sea fácil de encontrar.
EliminarHe vuelto a escuchar esta versión de Giulini con la Filarmónica de Berlín y me ha gustado más de lo que recordaba; aunque solo fuera por el formidable movimiento final, la he incluido (antes me daba cierta pena dejar en no muy buen lugar a uno de lis directores favoritos) y la he puntuado más alto de lo que tenía en mis apuntes.
EliminarEntre mis versiones referenciales se encuentra la reciente del maestro Blomstedt con la SOBR.
ResponderEliminarA ver si la encuentro para poderla escuchar.
EliminarLa versión de John Nelson me ha parecido muy bien analizada y realizada, pero el primer mov. lo encuentro demasiado festivo y en el segundo hace lo posible por no expresar nada; ya desde las primera frases.
ResponderEliminarY en cuanto a Blomstedt, me parece irreprochable, pero demasiado neutro, de una excesiva objetividad, como sin querer pronunciarse acerca del trasfondo de la música.
Efectivamente es como indica. Técnicamente irreprochable, musicalmente discutible. Festivo es un termino más adecuado que ligero. Como de costumbre, muy certero en sus apreciaciones. Muy agradecido.
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