Herbert Blomstedt dirige Bach y Beethoven
Estaba a tan bajo precio que no me he podido resistir.
No me arrepiento. La Misa fue filmada en la Iglesia de Santo Tomás de
Leipzig, sede del último empleo de Bach, en 2005. Los espléndidos conjuntos
coral y orquestal de la Gewandhaus de la ciudad fueron sabiamente gobernados
por Herbert Blomstedt. Una versión tradicional, pero no pesada o plúmbea, que
casi todo el tiempo me ha parecido muy lograda (me olvido, o lo intento, del
genial logro -y, digan lo que digan los historicistas, intemporal- de
Klemperer). Pero debo hacer ciertas matizaciones: en el aria de contralto
(cantada aquí por la soprano) “Laudamus te” el solo de violín de Sebastian
Breuninger, en plan historicista hortera, me ha parecido sencillamente
detestable y, por supuesto, desentona de plano con el rumbo adoptado por la
batuta. Todo lo contrario puedo decir de otros solistas, de la flautista (en
“Domine Deus” y “Benedictus”), del oboísta (“Qui sedes”) o del trompa (“Quoniam”).
El coro final del “Gloria” me ha parecido excesivamente veloz. Sin embargo, el “Et
incarnatus” y el “Crucifixus” son admirables. En el “Sanctus” las trompetas
están demasiado silenciadas (justo lo contrario que Karl Richter en su versión
en DVD, en la que el excelente Pierre Thibaud suena en un excesivo primer
plano). Y la sublime aria del “Agnus Dei”, que con Janet Baker y Klemperer es
una de las cosas más geniales que he escuchado a una cantante y un director,
queda aquí un poco tímida y como apocada.
El cuarteto vocal es muy bueno: Ruth Ziesak
(quizá demasiado lírica), una joven Anna Larsson, Christoph Genz y Dietrich
Henschel redondean una interpretación de altura, estupendamente grabada
(Toni Mertens, del Estudio Teldex) y recogida por las cámaras.
El blu-ray, del sello EuroArts, contiene otro
concierto, conmemorativo, celebrado esta vez en la Iglesia de San Nicolás de la misma
ciudad en octubre de 1999, con la misma Orquesta y el Coro de Santo Tomás, cuyo
programa es un tanto extraño: la famosa Toccata y fuga en Re menor BWV 565 no me ha
convencido (caprichosa la toccata y exhibicionista la fuga) en la versión del organista Jürgen
Wolf. Le siguió un impecable motete Fürchte dich nicht (BWV 228)
dirigido por Georg Christoph Biller, una retraída Chacona de la Segunda
Partita para violín solo por Victoria Mullova. Y a continuación no
más Bach: el aria “Höre, Israel” (en la voz demasiado ligera de Nancy Argenta,
que cantó muy bien) seguida del coro “Fürchte dich nicht” del oratorio Elías
de Mendelssohn. Para terminar con una Quinta Sinfonía de Beethoven
-correctísima, algo carente de garra-, y, como colofón, el “Dona nobis pacem”,
número final de la Misa en Si menor.
Una de las consecuencias negativas de la irrupción del historicismo, (y lo digo yo, que creo que el historicismo ha aportado cosas realmente importantes), es que nos ha privado de escuchar lecturas de las obras de Bach, entre otros compositores, por parte de directores que tenían muchas cosas que decir. Hace años leí una entrevista de Herbert Blomstedt con Pablo L. Rodríguez en la que Blomstedt decía que él habría hecho mucho más Bach en diferentes lugares, pero que no lo hacía porque se consideraba en general que Bach era reducto de historicistas. En eso el caso de Leipzig es excepcional, porque la Gewandhaus colabora muy directamente con el Coro de Santo Tomás…
ResponderEliminarY ojalá salga más Bach con Blomstedt, también en audio. ¿Tal vez la Pasión según San Juan? Eso sería extraordinario…
También a Barenboim le he oído decir algo parecido, que, contra su deseo, dejó de dirigir Bach para evitar las descalificaciones del movimiento historicista. Por eso, años después de su apasionante (aunque discutible) Magnificat, solo ha practicado Bach al piano (Variaciones Goldberg, El clave bien temperado) ya que, curiosamente, el piano no ha sido normalmente objetado por ese movimiento.
EliminarHay otra grabación de la Misa de Bach con Blomstedt, también del Bestival Bach de Leipzig en su edición de 2017. Sería interesante leer una comparativa entre ambas versiones con 12 años de diferencia... https://www.amazon.es/J-S-Bach-h-moll-Messe-Reino-Unido/dp/B075VM1D1Q (J.S.R.)
ResponderEliminarRespecto al Bach de Klemperer, creo que ha sido una opinión bastante generalizada que el mayor logro suyo era la Pasión S. S. Mateo, quedando la Misa algo por debajo. Yo tengo que reconocer que su Pasión, después de los Gardiner, Herreweghe o Koopman (mi favorita) se me hace ahora muy cuesta arriba. Y sin embargo con la Misa me sucede todo lo contrario: no soy capaz de escuchar otra que la de Don Otto; las demás, en comparación, me dicen muy poco.
ResponderEliminarMisterios de la sensibilidad musical de cada uno, claro.
Un saludo.
Acabo de ver y escuchar el Réquiem de Mozart por Gardiner y su coro y orquesta en un concierto en el Palau de la Música Catalana de Barcelona… 46 minutos le dura, estoy por devolver el DVD. Que poca emoción y que poco nada, con ese sonido raquítico de toda la orquesta y coro… Aún me queda por escuchar la Misa en do m que también incluye este Dvd. Profundamente decepcionado. ¡Un saludo!
ResponderEliminarMe resulta desolador comprobar cómo algunos intérpretes historicistas hacen todo lo posible, esfuerzos denodados, por dejar en el esqueleto, sin la más mínima brizna de carne -de expresividad- las músicas más hondas de los períodos barroco y clásico. Y cada vez extienden más sus tentáculos: Schubert, Mendelssohn, Schumann...
EliminarAngel, estas escuchando el parsifal de Bayreuth, que te parece Heras casado?
ResponderEliminarNo he podido escucharlo. Tampoco tenía mucho interés: su Tetralogía del Teatro Real fue, según todos los testimonios fiables que conozco, muy floja. Es una lástima, porque este director tenía mucho talento, y se está frustrando, metiéndose en repertorios que no controla.
EliminarSiempre he disfrutado mucho del Bach de Klemperer, y su versión de la Pasión según San Mateo me gusta tanto como su grabación de la Misa en Si menor. Para mí, ambas están a la misma altura, aunque entiendo que dado que la Pasión es más larga, es lógico que a los oyentes más o menos acostumbrados a las versiones de Koopman, Herreweghe y compañía les resulte más difícil. Supongo que el manejo de los recitativos tiene a ese respecto mucho que ver… Los de la Pasión de San Mateo por Klemperer son muy, muy especiales.
ResponderEliminarComparto contigo, Ángel, tu opinión general sobre Heras Casado y también he leído en diferentes lugares críticas bastante negativas sobre su Anillo por entregas en el Real. Pero escuché el Parsifal el martes y me pareció una dirección muy fluida, bien medida, muy atenta al color orquestal y a acompañar a los cantantes y que sin perder espiritualidad, supo atender también la vertiente más dramática de la obra. Sin estar a un nivel Kna, claro, (hubo algún tironcillo de tiempo innecesario), lo cierto es que me sorprendió favorablemente. Y el reparto estuvo muy, muy bien. Creo que, al menos a juzgar por el público, escénicamente el tema fue otro cantar…