Cuatro Últimos Lieder en Frankfurt
Procedente de una función del 7 de septiembre del año pasado,
la propia Radio de Frankfurt ha difundido recientemente una admirable
interpretación de los Vier letzte Lieder de Richard Strauss, a cargo de Anja
Harteros y la Orquesta Sinfónica de esa Radio (HR Sinfonieorchester) dirigida
por su titular, el colombiano Andrés Orozco Estrada (Medellín, 1977), una de las
más destacadas batutas de su generación. Ocupa el mismo cargo en la Sinfónica
de Houston, y desde 2021 lo hará en la Orquesta Sinfónica de Viena.
Aunque estas excelsas Canciones de Strauss han sido incorporadas
por voces tan diferentes como Lucia Popp, Barbara Hendricks o Diana Damrau entre
las lírico-ligeras o Kirsten Flagstad, Jessye Norman, Deborah Voigt o Jane
Eaglen entre las más dramáticas, creo que la voz ideal para hacerles justicia
es la de una soprano lírica ancha. No solo la pertenencia a esta tipología
vocal, sino, más decisivo, otras cualidades hacen de Anja Harteros (Alemania, 1972)
una voz y una cantante ideal para ellas. Cuando en 2014 las filmó con
Thielemann (DVD/Blu-ray C Major) dejó bien patente esa idoneidad; cuatro años
después, lo hace más evidente aún, en parte también debido a una batuta más
inspirada que la del berlinés director de la Staatskapelle de Dresde. La voz,
hermosa, timbrada, amplia, suntuosa, sumado a una técnica admirable que le
permite un legato de altos vuelos y un arte del que siempre (de cuanto
le conozco) hace gala, todo ello convierten su interpretación -tan atenta a la sensualidad
como a la espiritualidad- en una auténtica maravilla. Si no a la altura de la
cantante, Orozco estuvo no lejos y siempre muy atenta y atinadamente a su
servicio. Las dos últimas canciones brillaron a un nivel formidable; en la penúltima
es justo destacar la magnífica intervención del violín solista, una de las
mejores que recuerdo.
…y La mujer sin sombra en Viena
Para las funciones de Die Frau ohne Schatten de Strauss
y Hofmannsthal, una de las óperas más exigentes del repertorio, la Staatsoper
de Viena ha reunido este año un elenco repleto de grandes cantantes, con algunos
cambios según las funciones. La retransmitida por alguna cadena (sin mosca)
tenía un buen número de aciertos plenos: Andreas Schager (Emperador), Camilla
Nylund (Emperatriz), Nina Stemme (la Mujer de Barak) y el Mensajero de Clemens
Unterreiner. Barak, a cargo de Tomasz Konieczny, y la Nodriza, de Mihoko
Fujimura, parece muy plausible que fueran superados por Wolfgang Koch y Evelyn
Herlitzius, respectivamente. Sin embargo, seguro que se salió ganando mucho al
contarse con Schager en lugar de Stephen Gould, que en la filmación de
Thielemann (Opus Arte 2011) deja mucho que desear.
Schager (Austria, 1971), tenor bastante dramático de timbre
no especialmente grato pero muy buen cantante y siempre entregado, es un
rarísimo caso de resistencia, pues en todo lo escuchado (y en lo oído y leído)
se comprueba que aguanta sin decaer los papeles más largos y exigentes,
Siegfried y Tristan incluidos. Aquí no ha sido menos: ¡impresionante! En cuanto
a la finlandesa Camilla Nylund (n. 1968), cada vez que la escucho la encuentro
mejor y me gusta más: una dramática de agudos perfectamente emitidos y
sostenidos, lo que no es la mayor de sus cualidades. Por suerte, lo que
ocasionalmente me había parecido un declive vocal de la grandísima Nina Stemme no
parece tal: en esta función estuvo sensacional; solo creo que el bello esmalte
de su voz empieza a volverse un pelín mate. Se habla mucho de Electra como del
papel más dramático de la ópera alemana, tanto o más que el de Brunilda; pues
bien, yo creo que lo es más aún este de la Mujer de Barak (curioso que el
libretista no quisiera ponerle nombre…) En cuanto al joven barítono Unterreiner,
muestra una solidez y una seguridad que llaman la atención.
En el lado menos positivo, Konieczny sigue pareciéndome una rocosa
voz de barítono-bajo tan poco maleable o flexible como la materia prima de la
roca e igualmente fría e inexpresiva. En cuanto a la notable Fujimura, creo que
ha entrado en la senda de algunas otras mezzos dramáticas un poco mayores (53
años): aunque conserva un firme registro agudo, el centro y el grave se le han
destimbrado.
Thielemann sigue sin convencerme por entero: aunque hay
muchos pasajes realmente logrados -Strauss es el compositor en el que mejor
suele desempeñarse- hay otros ligeramente banales, además de excederse
claramente en decibelios aquí y allá, en busca del efectismo puro y duro.
Espléndido el Coro y magnífica la Orquesta. Lo que me ha gustado mucho es la
escena a cargo de un para mí desconocido Vincent Huguet, mucho más sensata, acertada
y sugerente que la anterior de Thielemann en Viena: la del irregular Christof
Loy.
Acabo de ver que Vincent Huguet, un joven director nacido en Montpellier (no encuentro la fecha de su nacimiento) ha sido discípulo y asistente de ¡Patrice Chéreau! Buena señal...
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarYO estuve en una función de esa Drau ohne Schatten en Viena en Mayo y me pareció absolutamente increíble. Igual que el publico que estuvo aplaudiendo durante al menos 25 minutos al acabar.
Me gusto todo incluido Thielemann al que veo que usted no acaba de agradarle. Nos podría explicar por que no le gusta? En mi opinion, es un directo de inspiración, tiene días en los que esta muy inspirado e introduce matices en la música un poco auto indulgentes pero que en general están hechos con mucho gusto. Quizás por eso dirija muy bien Strauss pero si se escucha su Bruckner es también fantástico, muy bien trazado y construido. Y su Wagner es también excelente. A mi me parece de los mejores de la actualidad. Por que no le gusta a usted?
Gracias
PS: Sobre Huguet, efectivamente es alumno de Chereau lo cual es buena señal. Me gusto mucho su aportación muy clásica a Frau ohne Schatten. Va a hacer Cosi fan tutte en Berlin con Barenboim en Semana Santa...
En numerosas ocasiones he comentado aquí (y en Ritmo) interpretaciones de Thielemann, y señalado en ellas mis objeciones. No hay más que rastrear esos comentarios. Reconozco su talla, pero también sus "debilidades". Y su reputación no me sorprende: hace tiempo que Alemania, que tuvo una abrumadora mayoría de directores geniales durante décadas, "necesitaba" encontrar uno que reviviera ese pasado. De momento, en vano.
EliminarNo viene al caso pero igual le interesa este artículo:https://www.independent.co.uk/arts-entertainment/classical-voulez-vous-boulez-1076937.html
ResponderEliminarFELICES FIESTAS, LO MEJOR PARA EL 2019...
ResponderEliminar¡Gracias, e igualmente!
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