Cómo escribir Tchaikovsky
Durante años ha sido la norma escribir de este modo el nombre del autor
de El lago de los cisnes y Cascanueces. Pero últimamente está siendo
moda en España -yo lo atribuyo al nacionalismo, corto de vista como todos los
nacionalismos- Chaikovski. Y ya puestos, por qué no se hace una transcripción
fonética a tumba abierta: Chaicobsqui o, incluso, Chaicosqui.
Los alemanes suelen (solían, más bien) escribir Tschaikowsky, los
franceses Tchaïkovsky (o sin la t), los italianos Ciaikovski. ¿Cómo lo deberían
escribir los vascoparlantes, los gallegos y los catalanes? Todo esto me parece
un despropósito....
Cada vez es más frecuente buscar en los índices de los libros -en español
u otras lenguas- este nombre y no saber cómo, por dónde aparecerá. Un ejemplo
de estos problemas de transcripciones del ruso: en la traducción al castellano
del libro Guía de la música sinfónica, dirigida por René-François
Tranchefort (Alianza Edirorial, 1989, 2ª edición 1995) aparece Piotr Ilyich Chaikovski
(así escrito) entre Emmanuel Chabrier y Gustave Charpentier. Sin embargo, Dimitri
Shostakovich (así, con esta grafía) está indebidamente situado entre Florent
Schmitt y Arnold Schoenberg (por cierto, Schoenberg debería ir, escrito así, no
Schönberg, delante de Shostakovich). Pero, ¿por qué no va como Chostakovich,
que es como viene en francés en la edición original? La edición española parece
que no sabía dónde colocarlo. Los alemanes también solían escribir
Schostakowitsch, con lo cual debe figurar en su orden alfabético delante, y no
detrás, de Schubert y Schumann. Asimismo, Scriabin se ve unas veces así o como Skriabin…
De esta última manera habría que situarlo detrás de Segerstam, Segovia, Selma,
Senfl, Serrano, Sessions, Séverac, Sgambati, Shephard, Shostakovich, Sibelius,
Silvestrov, Sinding, Skalkottas, Skempton, etc. Y así sucesivamente. Por
cierto, ¿qué tal resulta Rimsqui-Corsacof?
¿No sería más lógico, sin duda más útil, adherirse a la escritura de los
ingleses -siempre han escrito Tchaikovsky- que es, nos guste o no, la más
generalizada? De lo contrario, nos dirigimos a una auténtica babel.
Bueno, al menos en español se ha resuelto últimamente el lío con la
supuesta letra ch, que la Real Academia ya no considera una letra más entre la
c y la d. Así, ya no suelen aparecer -como era corriente hasta hace unos años-
Chabrier, Charpentier, Chausson, Cherubini, Chopin, Chueca, etc. detrás de
Czerny, sino que esos seis músicos que empiezan por por Ch irían a continuación
de Cesti y antes de Cilea. Algo sí que se va aclarando y concretando.
El deporte, lo verdaderamente apasionante
Había (y hay aún) una tienda de discos en Burgos, en el Paseo del Espolón, que ostenta el curioso nombre de "Música y deportes".
Suelo desayunar viendo el informativo de TVE1 a las 7,30 h. de la
mañana. Tras las noticias de turno, el tiempo, incluso los atascos de las
principales carreteras, etc., hacia las 7,50 o 7,52 irrumpe una música
atronadora -tecno o rock duro violento casi siempre- que anuncia que llega unos
segundos después la información deportiva (incluso, a veces, alguna ráfaga que no
es del fútbol). Si queda libre un minuto antes de las 8,00, sacan a colación el
último disco (o la última aparición en público, aunque sea en play back)
del último cantante ligero de moda o en momentáneo y pasajero candelero. Estos
cantantes son casi siempre patéticamente malos, carentes de la menor
musicalidad, y TVE nos regala un medio minuto en el que queda retratado que la
música de la canción de turno no vale un pimiento, carece completamente de la
menor originalidad, etc. A qué seguir.
Sí, la televisión pública, en este informativo, deja claro que lo de
veras apasionante es el deporte -vamos, el fútbol- y que la ignorancia -por
ausencia- de la llamada música no ligera es total.
La verdad sea dicha, yo siempre he utilizado la grafía Tchaikovsky para el autor ruso. Pero también hago notar que esto que indicas, Ángel, no es una moda, puesto que se ha codificado plenamente por escrito. Luca Chiantore, en su libro cómo escribir sobre música, escribe extensamente sobre la manera “correcta” de transcribir los nombres de los compositores eslavos (y más concretamente los rusos) en español. Y por supuesto, Tchaikovsky no se escribiría así…
ResponderEliminarSobre la forma correcta en que debería transcribirse al euskera, sólo diré que una profesora mía se encontró en un examen, (yo no fui el culpable, por supuesto) Txaikovsky…
Aunque esté codificado, yo sigo pensando que es más útil y operativo consensuar una única forma de escribir estos nombres. Los franceses, por ejemplo, escriben Borodine, porque ellos pronuncian esa escritura como Borodin, con la e final muda.
EliminarDe verdad que hay veces que en libros extranjeros no sabes cómo buscar ciertos nombres en los índices.
Creo que no son nacionalismos. Simplemente, alfabeto cirílico. Con el criterio de evitar un forma, para muchos, ridícula en la traslación del apellido del genial compositor ruso a los diferentes países que usan alfabeto latino, se suele aplicar la versión inglesa/universal del mismo. Sin embargo, algunos podrán decir -y con razón- que, con dicho criterio, no habría que decir Moscú, sino Moscow. Los periodistas dicen "Beijing" en vez de Pekín. Pero aún no se atreven a decir "Japan" en vez de Japón. Los italianos dicen Pechino. ¿Éstos se creerán ridículos o más bien el genial Puccini debería haber escrito "Beijing" en Turandot?
ResponderEliminarLas novedades de la música ligera se cuelan por muchas mas partes. Normalmente aficionados que canturrean como si estuvieran en el martirio, atragantándose o en una calderería. Normalmente todo acaba en la misma nota que ni es alta ni baja sino en la que se habla.En esas ocasiones doy gracias por no haber pasado por el conservatorio porque me imagino que ellos lo pasarán aún mucho peor.
ResponderEliminarSí, la música ligera se cuela por muchos sitios. Lo que no entiendo que uno de ellos sea, con gran audiencia, en la televisión pública. ¡Viva el negocio!
EliminarEn la música ligera, ¿incluyendo algo del cine?, ha habido, y me imagino que sigue aunque mermado, mucho talento.
ResponderEliminarPero el declive de la técnica, nada que ver las bandas de los 30 con los guitaristas de la batería atascada, les merma bastante. Queda algún compositor. y algun vocalista enlazado al mismo, pero poquitos. Pero no abastecen a la demanda del negocio.
Y me da que para los jóvenes en compas de uno por uno les parece complejo. Bruno.
El problema de la romanización del ruso es que han existido muchas normas distintas primero para su transliteración al alfabeto latino y después para la transcripción a cada una de las lenguas. Así para la transliteración pura al alfabeto latino tenemos la GOST soviética, la antigua de la ISO ISO/R 9:1968, la ALA-LC de la biblioteca del congreso, la BGN/PCGN de los departamentos cartográficos de USA y UK, una de la ONU y sus diversas evoluciones. Asi el apellido del compositor de El Cascanueces, que en cirílico es Чайковский. Eso transliterado usando la norma ISO 9 y la GOST soviética es Čajkovskij pero con la norma ALA-LC es Chaĭkovskiĭ. Y según la BGN/PCGN es Chaykovskiy. Y con la GOST soviética sería Čajkovskij.
ResponderEliminarY luego, claro, cada país ha hecho lo que le ha dado la gana en cuanto a las normas de transcripción creando sistemas más o menos estandarizados locales. En Francia tenían uno con el que sería Tchaïkovskiï. Curiosamente los propios rusos eligieron durante mucho tiempo este sistema francés y no sistema GOST para escribir el nombre y apellidos de la persona en sus pasaportes (y por eso se le conoce como sistema passport). Pero desde hace unos años usan otro sistema establecido por la ICAO (Aviación Civil Internacional). Los portugueses y brasileños usan una norma de la ABNT. En este caso España es un chiste porque nunca ha habido una norma clara ni oficial. En 2005 la Asociación Española de Profesores de Lengua Rusa publicó unas normas propias que se adoptaron en el servicio de traducción española del Parlamento Europeo para retirarlas a los pocos meses. Y por supuesto el Institut d'Estudis Catalans sacó hace ya tiempo su norma propia cuyo criterio, imagino, ha sido ser lo más diferente posible de lo que se hace en el resto de España: allí nuestro amigo es Txaikovski
Probablemente en España acabaremos todos escribiendo "Txaikovski", y si nos negamos será porque somos malvados nacionalistas españoles.
EliminarEs gracioso, cómo se ha traicionado un lector cuyo comentario no es tal, sino una sarta de insultos a mi persona. Primero usa en seudónimo (que consta de nombre de pila y luego las iniciales de sus dos apellidos) y luego termina firmando con el nombre de pila seguido de dos iniciales, una de las cuales es diferente de la anteriormente escrita.
ResponderEliminarComo comprenderá cualquiera, admito críticas a lo que escribo, pero no retahílas de insultos personales. Además, en este caso estoy 95% seguro de quién se oculta tras ese seudónimo... mejor dicho, tras esos dos seudónimos.
Con esto de la guerra de Ucrania leemos "Bakhmut", que es la transcripción anglosajona, cuya justificación está en que ellos no tienen el sonido "jota". Pero nosotros sí, y en ruso o ucraniano el sonido original es precisamente ese. Nosotros podemos indicar con un signo claro el sonido exacto que usan ellos, y escribir "Bajmut". La normalización es económica, pero al hacerse con criterios anglosajones se introducen transcripciones cuya interpretación sonora tenemos que aprender de memoria (como hacen ellos con muchas palabras en su propio idioma). Aquí en España el castellano o español padece agresiones similares desde dentro, y nos quieren imponer decir "Yirona" o "Sanchencho", cuando en español no se lee la "g" de "Girona" así, ni la X de "Sanxenxo" así. No es una cuestión de nacionalismos, sino de no ceder a los nacionalismos, precisamente. Volviendo a Tchaikovsky, esa transcripción de su nombre se lee bien en castellano, así que es aceptable, entre otras, con el único exceso innecesario de la "T" antes de la "c". Sería más económico Chaikovsky. Lo mismo se podría decir en otros casos, como Rachmaninov o Rachmaninoff, cuando en verdad la indicación para leer su nombre bien, con los sonidos rusos, pero con las reglas fonéticas españolas, sería Rajmáninov.
ResponderEliminarNacionalismos aparte, políticos o culturales, que los hay, el problema de fondo es que la economía en la normalización incorpora una deseconomía en la practicidad hablada del lenguaje (no leeríamos bien un nombre, pudiendo).