El concierto del mes pasado en Boston
Mi amigo Ignacio Fernández
Bargues me ha pasado la grabación -suena bastante bien- de un concierto habido
en Boston en abril de este año con la Orquesta Sinfónica dirigida por su
titular. Un programa Wagner que consta del Idilio
de Sigfrido y del Acto II de Tristán
e Isolda (en versión de concierto, claro). Hace unos días comenté que su Idilio para DG con la Orquesta de la
Gewandhaus de Leipzig era muy hermoso. Pues bien, en esta grabación en público
es no solo bastante más hermoso aún, sino que puedo afirmar y afirmo que se
erige en mi versión favorita de cuantas he escuchado. Puede recordar al Giulini
más inspirado (pero ya se sabe que el genial director italiano no dirigía
Wagner): una versión muy amplia (22'45"), cantadísima, de envolvente
ternura, y mejor tocada (salvo un gallo de la por lo demás magnífica trompa)
que la de Leipzig y con una plantilla orquestal aparentemente menos nutrida en
Boston, lo que me parece preferible. Esta interpretación desplaza a mis
versiones más admiradas, a saber Barenboim/English Chamber (EMI) y, mejor aún,
Maazel/Filarmónica de Berlín (RCA. Curioso: un director poco wagneriano).
Más curiosidades, o no tanto,
puesto que son dos mundos diferentes: la dirección de Tristán me parece mucho menos lograda que la del Idilio. Es una versión hiperlírica, muy
bella, pero bastante desprovista de la pasión -ese amor irresistible, devorador-
que considero irrenunciable aquí. Carente casi por completo de tensión, Nelsons
relega además a veces a la orquesta a un segundo plano, casi de fondo o como
una aureola; y no es cosa del balance en la toma de sonido. Ahora bien:
sorpresa mayúscula: había oído decir que Jonas Kaufmann está en declive vocal.
Pues bien, con una voz cada vez más baritonal, se halla pletórico de facultades
y conserva por supuesto todo su arte, cantando
tan bien como nadie que yo recuerde. No sé cómo se desenvolverá en una función
de la ópera completa, terriblemente agotadora (habrá que compararlo en su día
con los Windgassen, Kollo, Jerusalem y Heppner en sus mejores momentos, o con
el Andreas Schager actual), pero en este Acto II Kaufmann resulta ser un lujo literalmente
incomparable. No saben cuánto siento aguarles la fiesta a los numerosos
detractores del tenor alemán, al que solo le alaban su belleza facial.
En
cuanto a Camilla Nylund, una cantante ejemplar por su técnica y su musicalidad,
también la creía en situación vocal declinante, pero no: la voz le ha
ensanchado al tiempo que se le ha acusado algo el trémolo, sin llegar a ser
molesto. Pero su exigente registro agudo se muestra brillante y seguro.
Espléndida la Brangania de Mihoko Fujimura y no más que correcto Georg
Zeppenfeld, bajo de voz algo cavernosa antes que noble (esto último parece
pedir el Rey Marke). Canta bien, pero no logra conferirle la exigible
expresividad al monólogo más difícil de interpretar de todos los personajes
wagnerianos (opinión, certera como casi siempre, de nuestro primer wagneriano,
Ángel F. Mayo). Solo cuatro bajos le han hecho, en mi opinión, toda justicia a
Marke: por este orden, Salminen, Talvela, Moll y Pape. Matthias Hölle y Robert
Holl también se les han acercado.
El Blu-ray con la Sinfonía
"Resurrección" de Mahler
En julio de 2018 tuvo lugar
en el Grosses Festspiel de Salzburgo un concierto de la Filarmónica de Viena
con Nelsons. En el programa, el concierto para trompeta y orquesta Nobody knows de trouble I see (1954) de
Bernd Alois Zimmermann, con Hakan Hardenberger, y la Segunda Sinfonía de Mahler. Basado en un espiritual africano, la
composición del autor de Die Soldaten es
un alegato contra el racismo sudafricano. Con un papel mucho más difícil que
lucido, el trompetista sueco dio toda una lección de dominio de su instrumento
y de comprensión de una música nada fácil, pero con todos los visos de ser profunda.
La dirección de Nelsons también pareció ser mucho más que eficaz: tuvo toda
la pinta de ser hondamente comprometida.
El plato fuerte de la velada
(se agradece que se completase con el cuarto de hora de una obra importante
apenas conocida) fue la "Resurrección"
mahleriana. Nelsons acertó, en mi opinión, de pleno en una interpretación
extremadamente minuciosa y esmerada, de una claridad instrumental superlativa, algo
morosa sin resultar cargante y paladeada hasta en los menores detalles, sin que
los árboles impidiesen ver el bosque. El manejo de las tensiones en el primer
movimiento fue magistral y toda la parte coral, contemplativa, extática o
enardecida. Impresionante labor del maestro letón.
Asombrosa la Filarmónica de
Viena, que, cuando se lo propone,
puede ser la número uno. Y el Coro de la Radio Bávara, igualmente sensacional
(puede que en la capital austríaca no haya un coro tan maravilloso). Muy bien
las solistas: Lucy Crowe y Ekaterina Gubanova, si bien esta tuvo alguna
vacilación en "Urlicht". En imágenes solo acaso Bernstein (DG) puede
arrastar y elevar aún más. Ni las espléndidas versiones de Abbado, Boulez o Jansons
-las restantes audiovisuales que conozco- me han convencido hasta tal punto. La
nitidez de la imagen y la calidad del sonido son, por supuesto, muy superiores
a los de Bernstein (1974). De tal modo que podría ser esta la opción filmada
más recomendable.
Hola, Ángel:
ResponderEliminarEn cuanto a tenores wagnerianos, traigo a colación al barenboimiano Peter Seiffert, que no cantó con él "Tristán" pero sí lo ha hecho con otros directores...
Con respecto a la contemporánea, ayer conocí a David del Puerto, alumno díscolo de Guerrero que no guarda un recuerdo muy grato de su maestro...
Saludos cordiales.
Creo que Seiffert también ha cantado Tristán con Barenboim, Seguramente habrá hecho un buen Tristán, pero yo no se lo he escuchado.
EliminarLa escuché en el ordenador. Youtube. Estoy de acuerdo conque la ejecución era muy clara pero la interpretación me pareció falta de vida. No se si cuando Ud. se restringe a versiones de vídeo está evitando confrontarla con otras. Creo que hay grabaciones con interpretaciones bastante mejores. Por otra parte lo que admiro de Nelsons es su musicalidad no su disección de la partitura.
ResponderEliminarSí, la comparé solo con las versiones de vídeo. Las de audio que más me gustan son las dos de Klemperer (EMI 1963 y Nota Blu 71), Barbirolli (Hunt 70), Mehta (Decca 75), Solti (Decca 81) y Boulez (DG 2006).
EliminarQué curioso. La 2ª de Mahler que le escuché a Nelsons con la Filármonica de Berlín en la Digital Concert Hall el diciembre pasado fue la primera vez que este director me decepcionó por completo. ¿Conoce la interpretación de Berlin?
ResponderEliminarNo escuché la interpretación de Berlín. Pero me sorprendería mucho que del DVD/Blu-ray no le gustase. Ayer mismo volví a escucharla, ahora en compañía de dos amigos que son muy buenos críticos musicales, Fernando López Vargas-Machuca y José Sánches Rodríguez. A los dos les gustó tanto como a mí.
EliminarJavier, a mí tb me pareció mala esa segunda de Mahler de Nelsons en digital concert hall, me decepcionó mucho...a ver este sábado que vuelve a dirigir, no recuerdo el programa...
EliminarAcaba de dirigir Sanderling hijo a los Berliners un estupendo concierto de cello de Haydn con un solista francés joven y muy bueno y una Leningrado estupenda....cierto que esos metales de los Berliners ayudan, claro.....no entiendo por qué no han pensado en Sanderling, alemán, para sustituir a Rattle, por lo visto y escuchado esta tarde me parece mucha mejor opción que Petrenko, pero ignoro por completo cómo va el proceso de selección, claro....
ResponderEliminarSí que está en Youtube la 2a de Mahler de Nelsons, lo acabo de ver. Me gustaría llamar la atención sobre dos reediciones inminentes: una caja de DG por el centenario del tenor suizo Ernst Haefliger, liederista, Evangelista y mozartiano sin igual, (mi primera Canción de la Tierra fue la suya con Jochum y su Magnificat de Bach con Karl Richter es un recuerdo imborrable) y otra con todo lo que grabó István Kertesz en Viena para Decca (con Schubert, Brahms - con una 4a póstuma en el 4o movimiento- Mozart -con La Clemenza con Teresa Berganza y el Réquiem con Elly Ameling-.....); en fin, para pasar un verano entretenido
ResponderEliminarInteresante. Kertész fue en mi opinión bastante desigual, pero con no pocas interpretaciones excelentes. Además esas cajas suelen resultar muy baratas.
EliminarHablando de reediciones, una muy esperada: anuncian una "cajota" de 109 cds "A Portrait of John Barbirolli". Veremos que incluye. Espero que muchas grabaciones inencontrables hoy en dia. Lo curioso es que parece que no lo publica Warner si no un sello llamado Artis. Warner/EMI sigue maltratando al director británico.
ResponderEliminarSaludos
A ver, espero que Artis haya contado con grabaciones de EMI, que no se ha ocupado debidamente de este magnífico director, para mí uno de los más grandes. Creo que se debe a que no era muy complaciente con la monarquía británica. Si es cierto este rumor, son unos verdaderos imbéciles.
EliminarNo hay como escuchar en la radio una versión que se desconoce. He cogido en el coche, nada más empezar, una obertura de El barón gitano de J. Strauss II. Rápidamente he pillado que era la Filarmónica de Viena. Pero ¡qué rubatos tan exagerados, tan postizos y poco naturales!, me dije. Era Thielemann en el Concierto de Año Nuevo de 2019. El algodón no engaña...
ResponderEliminarA mi me gustó bastante su Mahler 2 en Salzburgo con la Wiener Phil. Bastante tirando a mucho.
ResponderEliminarComo también en su día me gustaron la 5ª con Lucerna (2015) y la 3ª con Gewandhaus (2016).
Donde me esta defraudando notablemente es en Bruckner. Sigo pensando que este es un compositor para directores "añosos". Veremos que hace en él cuando tenga 60 años. Muy pocos directores han hecho un buen Bruckner cuando eran jóvenes. Creo que se ha (han) equivocado con abordar ahora la integral de Bruckner en disco. Mahler es otro tema.
Sí, no hay duda de que Bruckner es un director que requiere por parte del director mayor madurez que Mahler. Y sí, son muy pocos los directores jóvenes que han hecho algún gran Bruckner. Ejemplos: Furtwängler debutó con su Novena (!Menudo atrevimiento! No sabemos cómo fue, claro). Mehta grabó muy joven otra más que buena Novena con la Filarmónica de Viena para Decca, y Barenboim para EMI un soberbio Te Deum en 1970 y unas admirables Segunda y Tercera Misa en 1975. Son las excepciones que confirman la regla.
EliminarTotalmente de acuerdo con lo de Mehta y Barenboim. Lo de Mehta en 1965, con 29 años, es alucinante.
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