lunes, 16 de septiembre de 2019

"Salomé" de Strauss en Múnich: Petrenko discreto, Warlikowski demencial


Petersen, Koch, Ablinger-Sperrhacke, Schuster y Breslik

Es en Múnich, en la Ópera Estatal de Baviera, donde quizá pueden verse las puestas en escena de ópera más audaces. Esta Salome de 2019, parida (perdón) por Krzystzof Warlikowski, es audaz, sí, pero estrafalaria, irresponsable, enloquecida, demencial. Creo que hay límites que no se deberían traspasar. Voy a contar solo algunas cosas de ella: transcurre en una biblioteca (¡esto es lo menos chocante!) Antes de que empiece la música de Richard Strauss, durante unos 6 o 7 minutos, un cura travestido hace como que canta uno de los Kindertotenlieder de Mahler; quien de verdad canta es Kathleen Ferrier. 

Una vez comenzada la ópera propiamente dicha, Narraboth no se clava un arma punzante, sino que se toma un frasquito de veneno: curioso que un capitán de la guardia lleve veneno encima, en lugar de armas; ¿sabía que iba a verse en la tesitura de suicidarse? Salomé danza (es un decir) junto a un viejo bailarín disfrazado de la muerte. A Salomé no le traen la cabeza de Yokanaan en una bandeja de plata, sino una caja de latón… en la que no hay ninguna cabeza, sino un trapo ensangrentado… que, por supuesto, la perversa joven no besa. ¡Es que el Profeta no ha sido decapitado! En los últimos minutos de la ópera aparece vivito y coleando, pero por lo que parece Salomé, que está allí mismo, no lo ve. Luego Narraboth resucita y distribuye frasquitos de veneno entre los presentes, Herodías incluida, que se lo toman sin rechistar. Pistola en mano, junto antes de bajarse el telón, parece que Herodes va a disparar a Salomé. Es raro escuchar protestas a las puestas escénicas en la capital bávara; esta vez las hubo, y bien sonoras, antes incluso de oírse los primeros aplausos. 

Musicalmente, las cosas fueron mejor, pero tampoco a pedir de boca. Esta vez Kirill Petrenko no me ha entusiasmado, ni mucho menos: más ruido que nueces, percusión casi siempre desmadrada, texturas orquestales no suficientemente esclarecidas, Interludio algo atropellado, insípido y no muy bien resuelto. Ni comparación con las batutas que más justicia han hecho a esta ópera fascinante. 

Los cantantes fueron bastante buenos en conjunto, pero no siempre apropiados. Así la protagonista, una muy buena soprano puramente lírica, Marlis Petersen, que cantó muy bien pero con una materia vocal cuyas insuficiencias (en cuanto a dramatismo) se hicieron patentes sobre todo en la formidable escena final. Wolfgang Koch fue un sólido Yokanaan, si bien creo que ha perdido algo de fuelle. Me gustó mucho el Herodes de Wolfgang Ablinger-Sperrhacke, excelente Mime, de voz nada fea (¿por qué ha de ser fea la voz del Tetrarca?), con estupenda línea y que no cayó en la caricatura. Sí lo hizo un tanto la veterana, bastante bien conservada vocalmente Michaela Schuster como Herodías. Estupendo como Narraboth Pavol Breslik, tenor lírico de muy bello timbre que ha mejorado ostensiblemente en estos últimos años. Más que bien Rachael Wilson como Paje, y en general buen nivel en los restantes papeles.

4 comentarios:

  1. Qué larga se va a hacer la titularidad en Berlín de Petrenko...

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  2. ¿Cuáles son sus Salomésfavoritas en disco, y en dvd si no es mucho preguntar?. Gracias. Leonardo.

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  3. Las dirigidas por Solti (Nilsson, Wächter, Stolze, Hoffman, Kmentt), Leinsdorf (Caballé, Milnes, R.Lewis, Resnik, King), Karajan (Behrens, Van Dam, K.W.Böhm, Baltsa, Ochman) y Sinopoli (Studer, Terfel, Hiestermann, Rysanek, Bieber). En DVD, Böhm (Stratas, Weikl, Beirer, Varnay, Ochman/Friedrich), y ya por debajo, Sinopoli (Malfitano, Estes, Hiestermann, Rysanek, Bieber/Weigl) y Dohnányi (Malfitano, Terfel, Riegel, Silja, Gambill/Bondy).

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  4. Lo de algunas (o muchas) puestas en escena es ¡de locos!
    Leonardo.

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